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jueves, 18 de abril de 2024 15:41h.

Así fue el día del paripé de la Infanta Cristina

La Infanta salió del juzgado. Sonriente. Sin pronunciarse. Sí se pronunciaron sus abogados. Satisfechos.

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Barcelona aún dormía cuando la Infanta Cristina abandonaba la ciudad. Dejó el hotel a las 7,20 horas, por la puerta de atrás, por el garaje, a hurtadillas como los ladrones. Un madrugón al que no esta acostumbrado tan Regia figura para dar comienzo a la puesta en escena de la farsa pergeñada al efecto.

Todo hacía suponer que se enfrentaba a uno de los días más difíciles de su vida ya que en solo dos horas, le esperaba el juez Castro y una imputación por un delito de blanqueo de capitales y fraude fiscal.

A las 8.20 horas de la mañana, llegó a Palma. Escoltada por la Guardia Civil, fue traslada a los juzgados. La Infanta, sabedora como todos que esto no es más que un trámite necesario pero sin efectos hacia su persona, llegó sonriente.

Avanzó los 13 pasos que duró su recorrido entre el coche y la puerta del juzgado. Saludó a los funcionarios, a los policías y a la prensa con un 'buenos días'.

Durante uno de los recesos, Manuel Delgado, abogado de la acusación popular, confirmó lo que es un secreto a voces para todos los españoles, "su Alteza no contesta nada". "Responde con evasivas", aseguraba Delgado.

A las 18.12 horas, y tras finalizar la "comedia",  la Infanta salió del juzgado. Sonriente. Sin pronunciarse. Sí lo hicieron sus abogados, estaban satisfechos porque "la obra" se había estrenado fiel al guión establecido. Todo según lo previsto.