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jueves, 18 de abril de 2024 15:41h.

Se mostrarán por primera vez en Madrid algunas de las obras más icónicas de su trayectoria

El escultor Jorge Palacios reta a la curva en su nueva exposición “Morfologías formales”

El estudio de la mecánica de fluidos o el efecto de la gravedad sobre la tensión superficial han supuesto para Palacios inspiradoras herramientas a la hora de materializar su trabajo

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Palacios, considerado por la crítica especializada como uno de los artistas emergentes imprescindibles de la escultura española contemporánea, acaba de regresar de Nueva York, donde ha mostrado su trabajo en una exposición individual y donde una de sus esculturas, instalada junto al Trump SoHo New York, ha sido seleccionada por la prensa especializada como una de las diez intervenciones de arte público más interesantes que ver en Manhattan.
 
En esta nueva exposición, “Morfologías formales”, Palacios nos habla de formas precisas, de esculpir emociones y conceptos intangibles a través del movimiento, o de la ausencia de él. Nos habla de la inspiración y de las sensaciones que le producen el modo en el que un elemento pasa de un estado a otro, de la forma transitoria que adquiere una sustancia que, como un fluido, se encuentra en constante cambio, así como de transformaciones, procesos a nivel celular, formas que emanan de la tierra… elementos todos ellos en tránsito que, al convertirse en escultura, se encuentran detenidos en el tiempo, congelados a través de la abstracción en un instante esculpido.
 
Palacios reflexiona sobre estos momentos de tránsito partiendo para ello del estudio de los principios de la mecánica de fluidos que, como parte de la física que se ocupa de predecir el movimiento de estos elementos, pueden ayudar a deducir matemáticamente el comportamiento de un fluido en función de su densidad o viscosidad y pueden llegar a anticipar cómo se moverá el agua, la miel, la sangre o un elemento que, como el mercurio, tiene una densidad 13,6 veces superior a la del agua. Así, la capacidad de captar el momento de un elemento en transformación puede apreciarse en trabajos que se muestran por primera vez al público en esta exposición, como es el caso de la escultura Mercurio en movimiento, a través de la cual Palacios reflexiona sobre el concepto del movimiento en el elemento fluido inspirándose en el momento de tránsito y atracción en el que dos gotas de mercurio se unen en una sola.
 
Por su parte, el uso de la curva Bézier y el análisis de la tensión superficial se hacen patentes a través de la escultura Gota, una obra que nos invita a reflexionar sobre el instante detenido del agua. Un trabajo en el que Palacios, en palabras de la crítica de arquitectura y comisaria Anatxu Zabalbeascoa, “Invita al tacto, a la imaginación, a la libertad. Lo hace desde los cálculos geométricos. Eligiendo, por ejemplo, la curva Bézier (una de las más presentes en la naturaleza) para construir la pieza Gota en madera de seike.” La mecánica de fluidos se encarga a su vez también de explicar el movimiento del aire y de otros fluidos gaseosos. Así somos capaces de imaginar cómo sería el flujo del aire en una obra de Palacios como Vórtice continuo, que se inspira de nuevo en el movimiento; en este caso a través de la retroalimentación o circulación del aire que se produce en el interior del vórtice de un tornado.
 
En la obra Gota fluida Palacios juega contando con el conocimiento empírico colectivo; ese conocimiento universal que le permite al espectador predecir o deducir la acción del movimiento, lo que a Palacios le permite jugar con una sensación esperada de fluidez. La gravedad sugerida que correspondería a esta tensión superficial y la elasticidad aparente de este material contrastan con el hecho tangible de que en realidad nos encontramos ante una obra realizada en madera.
 
Por su parte, otra de las obras de mayor formato presente en la exposición, la escultura Asimetría convexa, funciona para Palacios a modo de oxímoron escultórico, transmitiendo desde lo rotundo la sensación de liviandad y ligereza.
 
En el trabajo de Palacios se produce una transposición de experiencias sensoriales; lo que se conoce como sinestesia. La expresión de sensaciones propias de los elementos líquidos a través de un material sólido como es la madera, consigue que ese movimiento inherente a los elementos fluidos se traspase y alcance a ser expresado a través de estas esculturas sólidas, de por sí estáticas e inmóviles.
 
SOBRE JORGE PALACIOS
Jorge Palacios (Madrid, 1979). Su obra escultórica ha podido verse en la vía pública en diálogo con espacios emblemáticos como el Trump SoHo New York, frente al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial de Madrid, en el jardín de esculturas de Floridablanca, junto a la Puerta del Sol, en el entorno de la Puerta de Bisagra o ante el Museo de Santa Cruz, como parte de su exposición de esculturas urbanas en las calles de Toledo, o más recientemente en el edificio "Torres de Colón" de Madrid. A pesar de su juventud ha expuesto junto a artistas reconocidos internacionalmente como Andy Warhol, Damien Hirst, Sol Lewitt, Olafur Eliasson, Jean Tinguely, Ernesto Neto, Michelangelo Pistoletto o John Baldessari.
 
Una vez finalizada esta exposición individual, Palacios, participará a su vez en la exposición colectiva conmemorativa de los 50 años de trayectoria de la Galería Kreisler “Historia de una galería”, que tendrá lugar entre los meses de noviembre y diciembre, y en la que compartirá espacio con otros artistas que han expuesto en la galería a lo largo de los años, como Picasso, Miró, Tapies, Miralles o Soledad Sevilla, entre otros.