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jueves, 18 de abril de 2024 00:01h.

Matas, condenado a seis años en la primera causa del 'caso Palma Arena'

La Audiencia de Palma constata que benefició con dinero público al periodista Antonio Alemany, que llevaba a cabo una campaña para realzar su actividad política y que también ha sido condenado a tres años y nueve meses de prisión. Sus abogados anuncian que recurrirán al Supremo.
Jume Matas
Jume Matas

De presidente autonómico ejemplar a condenado. La Audiencia Provincial de Palma ha condenado este martes a Jaume Matas,  expresidente de Baleares en dos etapas y exministro de Medio Ambiente en la época de Aznar, a penas que suman 6 años de cárcel en el primera rama del caso Palma Arena por la que ha sido juzgado (Sentencia, íntegra).

Su abogado, Antonio Alberca, ha afirmado a Efe que recurrirá ante el Tribunal Supremo la sentencia al entender que se basa "en presunciones y no en pruebas". El letrado —que esperaba la absolución o una pena más baja— entiende que la condena es además desproporcionada dado que el daño hecho a la Administración balear es de 13.300 euros, cantidad que ha fijado el tribunal como indemnización. Para el abogado, lo que sí queda claro en la sentencia es que su defendido "no se ha llevado ni un solo duro" público.

Una vez que el letrado haya notificado que interpondrá el recurso, cosa que deberá hacer en los próximos cinco días, la Fiscalía puede pedir el ingreso provisional en prisión de Matas, lo cual se dirimiría en una vistilla y tendría que resolverlo el propio tribunal. En caso contrario, el expresidente balear no ingresaría en la cárcel hasta que la sentencia fuera firme. 

El tribunal de la Sección Primera le atribuye delitos de fraude a la administración; un delito de falsedad en documento oficial; un delito de falsedad en documento mercantil y un delito de prevaricación en concurso con un delito de malversación. Por todo ello se le condena a cinco años, tres meses y un día de cárcel. Y además, se le añade un delito de tráfico de influencias agravado, lo que le acarrea otros nueve meses.

Finalmente la condena rebaja en dos años y medio la pena solicitada por la Fiscalía Anticorrupción. Mientras, la Fiscalía pedía para él 7 años y tres meses de prisión.

Se le atribuyen a Matas delitos de fraude, falsedad documental, prevaricación y tráfico de influencias

En la sentencia, de 170 folios, hecha pública queda constatado que el expresidente balear benefició con dinero público a las empresas del periodista, columnista de El Mundo Antonio Alemany, que le redactaba los discursos durante su mandato autonómico y aprovechaba las páginas de El Mundo y de sus propios medios -como el digital Libertad Balear- para ensalzar su labor política.

Lejos quedan ya los halagos y piropos que le dedicaba Mariano Rajoy hace unos años. El ahora presidente del Gobierno llegó a asegurar en 2004: "Vamos a hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Balears".  Incluso, Rajoy le consideraba con un amigo que "tiene personalidad, coraje, determinación y valentía".

Hoy, sin embargo, Matas pasa a la historia por convertirse en el cuarto mandatario autonómico que se enfrenta a una pena de prisión y el segundo exministro que prevé ingresar en ella, después de que ya lo hiciera durante tres meses José Barrionuevo por el secuestro de Segundo Marey.

Antes, fueron condenados el expresidente de Navarra, Gabriel Urralburu, el expresidente de Aragón, José Marco, y el expresidente de Cantabria, Juan Hormaechea.

El expresident de la Generalitat valenciana, Francisco Camps -otro defendido por Rajoy-, se podría haber convertido en su predecesor pero el jurado popular que le juzgó por la causa de los trajes en el caso Gürtel le absolvió. 

Por su parte, Antonio Alemany también ha sido condenado a tres años y nueve meses por un delito de prevaricación, delitos de falsedad en documento oficial y mercantil, un delito continuado de malversación de caudales públicos y otro de tráfico de influencias agravado.

Alemany ha sido condenado a tres años y nueve meses, Martorell a un año y medio y Romero a un año y un mes

El ex director general de Comunicación del Govern de Matas Joan Martorell ha sido condenado a 1 año y seis meses por prevaricación, fraude, falsedad y malversación, aunque le han aplicado las atenuantes de confesión y reparación del año.

El dueño de la agencia de comunicación Nimbus, Miguel Romero, ha sido sentenciado a 1 año, un mes y quince días de prisión por prevaricación, falsedad, fraude y malversación, mientras que las exjefas de gabinete de Matas Dulce Linares y María Umbert han sido absueltas. 

Las maniobras de Alemany

Se trata de la pieza número 2 de las 26 que integran el caso Palma Arena, en el marco de la cual el tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, considera probado que los acusados pactaron beneficiar de forma arbitraria e irregular a Alemany y a sus sociedades con fondos públicos que ascendieron a un total de 483.186 euros. Todo ello después de que el articulista acudiese a Matas en busca de una forma de retribuirle la elaboración de sus discursos e intervenciones públicas.

Por una parte, Matas concedió de forma premeditada a la agencia de comunicación Nimbus un concurso de asesoría externa de comunicación, que sirvió para subcontratar a Alemany y que éste percibiese unos 4.500 euros mensuales por la redacción de los discursos del expresident.

Alemany se aprovechó de un concurso pantalla para ser contratado, de una subvención ilegal y de 11.500 euros por trabajos no realizados

Además, el periodista creó ad hoc la que llamó Agencia Balear de Noticias (ABN), medio que habría puesto en marcha de forma expresa para poder optar a una subvención de 449.734 euros del Govern balear y que hizo servir además para impulsar el periódico digital Libertad Balear, afín a la actuación del PP. Realmente la subvención sirivió para financiar de forma fraudulenta el citado diario digital.

Por último, también se le hizo a Alemany un contrato menor por 11.550 euros para la elaboración de entrevistas y reportajes destinados a su posterior publicación en la prensa deportiva nacional. Un importe que habría sido adjudicado a la empresa Consultores de Información de Baleares, pese a no existir constancia de que estos trabajos hubiesen sido finalmente realizados.

Sin embargo, a lo largo de diez jornadas de juicio, el exmandatario autonómico y el articulista defendieron su actuación en torno a la contratación presuntamente irregular de éste último como redactor de las intervenciones de Matas. Unos hechos por los que también rindieron cuentas ante el tribunal el administrador de la agencia de comunicación Nimbus, Miquel Romero, el exdirector general de Comunicación Joan Martorell —quienes han alcanzado un acuerdo de conformidad con las acusaciones— y la exjefa de gabinete de Matas, Maria Umbert.

Valoraciones del fiscal

Cabe recordar que durante la lectura de su informe final, el fiscal Pedro Horrach aseveró que "Matas era un gran gestor, sí, pero no del dinero público, sino de su propia imagen". Y es que así de tajante se mostró a lo largo de su relato en torno a los indicios delictivos que pesan sobre el expresidente del Govern en el marco del primer juicio del caso Palma Arena, y en el que no dudó en expresar su "indignación" al ver cómo "sin escrúpulos no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus actos".

El representante del Ministerio Público reservó palabras también para la figura de Alemany, a quien se refirió como un periodista "rabiosamente independiente excepto del dinero y del poder", al haber resultado beneficiado en el año 2003 de un concurso "totalmente ficticio" que, lejos de dar cumplimiento al objeto para el que fue convocado —contratar una asesoría externa en materia de comunicación— fue utilizado para enmascarar los pagos por la redacción de los discursos del exmandatario del PP.

Es más, en una clara alusión al capitán del Costa Concordia cuando se escudó en que cayó a una lancha salvavidas para alegar que su intención no era huir tras el hundimiento del crucero, el fiscal ironizó en torno a la defensa desplegada por Matas y Alemany durante el primer juicio del caso Palma Arena: "Ambos se cayeron en una lancha que, casualmente, pasaba por allí".