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jueves, 18 de abril de 2024 00:01h.

La Sección Sindical de SEPLA en Air Nostrum denuncia que podría repetirse "la tragedia de Spanair"

Según  la Sección Sindical de SEPLA en Air Nostrum, las circunstancias en la compañia son hoy parecidas a las que había en Spanair hace cinco años.

La Sección Sindical de SEPLA en Air Nostrum quiere mostrar su preocupación ante las conductas desplegadas por  los responsables de la compañía

Toda España ha recordado esta semana con tristeza el trágico accidente de Spanair, marcado por reivindicaciones a autoridades y organismos judiciales que han sido desatendidas y por cierta inacción a la hora de investigar y adoptar medidas tendentes a intentar evitar que una tragedia como la del JK5022 vuelva a repetirse.

Un accidente aéreo nunca ocurre por una sola razón ni un error aislado. Para todos los amantes de la aviación, el accidente de Spanair dejó patentes fallas evidentes que empresas y autoridades prefieren mirar de soslayo.

Todo ello obliga a analizar la situación actual existente en Air Nostrum, donde se repiten ciertas circunstancias que existían en Spanair en el momento en que ocurrió el accidente. Los factores coincidentes entre ambas empresas, como la inestabilidad económica, la presión a los trabajadores y recortes salariales y de condiciones laborales, que dificultan una ya de por sí complicada operativa, podrían incidir en la cadena de circunstancias que siempre concurren en la aparición de un accidente aéreo.

La Sección Sindical de SEPLA en Air Nostrum quiere mostrar su preocupación ante las conductas desplegadas por  los responsables de la compañía, que presionan a los pilotos para que durante la operación atiendan principalmente a criterios comerciales como la puntualidad, y se olviden de anteponer a las prisas la realización segura y diligente de las operaciones.

El pasado 14 de agosto, un comandante de la compañía fue gravemente sancionado y degradado a copiloto por no cumplir con las expectativas de puntualidad de la compañía en determinadas ocasiones.

Algunas de ellas fueron por una decisión del  comandante de no realizar una operación que no consideraba segura.

Ya con anterioridad a dicha sanción, el responsable de operaciones de la compañía había dirigido diversas comunicaciones escritas a él y a otros muchos comandantes,  advirtiéndoles de la importancia de atender, ante todo, a la puntualidad de los vuelos:

"Sus datos de puntualidad se encuentran muy alejados de lo que se espera de un cargo de confianza como el que Ud. ostenta, por lo que esperamos que, de forma inmediata, sus datos  de puntualidad mejoren considerablemente. En caso contrario, nos veremos en la obligación de tomar las acciones oportunas."

Los pilotos de la compañía ven cómo la amenaza directa de retirar el cargo de comandante se añade a los problemas ya existentes de inestabilidad laboral e incertidumbre profesional. Problemas que sitúan a la compañía en una encrucijada diaria en la que la presión comercial adquiere, por imposición empresarial, un peligroso peso en la balanza de una operación en la que el contrapeso debiera ser la aplicación de normas y criterios de seguridad en muchos casos.

Es cuestionable que bajo estas circunstancias la barrera de seguridad de los factores humanos permanezca intacta, pues es un elemento reconocido por estudios e informes de las autoridades en la materia.

Pero este panorama no sólo ocurre de manera aislada en esta compañía. “Parece que la manera de actuar de los responsables de Air Nostrum va de la mano de la vilipendiada Ryanair, la cual recientemente ha despedido a un comandante por criticar la seguridad de los procedimientos de su compañía –lamentan fuentes de la Sección Sindical -¿Estamos ante una cultura del todo vale?”.

Ante esta situación, se debe depositar la confianza en la Autoridad Aeronáutica -a la que SEPLA ya ha puesto al tanto de la situación en varias ocasiones – para que refuerce la figura e independencia del piloto, garante último de una operación segura y eficiente. Sin embargo, hasta la fecha dicha Autoridad ha respondido con el silencio y la falta de actuación. “Al menos en esto –señalan las mismas fuentes- nuestra conciencia descansa porque los que deben saber y pudieran actuar ya conocen lo que ocurre”.

SEPLA quiere recordar que son los pilotos lo que cada día, en cada vuelo, tienen la responsabilidad última de velar por la seguridad y evitar que algo anormal pueda ocurrir. Una responsabilidad que obliga ahora a poner en conocimiento de la sociedad lo que está ocurriendo en la compañía Air Nostrum, lo que ocurre en una aviación en la que los beneficios parecen ser lo primero, a veces incluso lo único y en la que la seguridad, muchas veces, parece ser solo cosa de normas, procedimientos a veces farragosos y papeles, cuando debería traspasar el papel y estar siempre presente en la operación.  

Los pilotos de Air Nostrum confían en que no se produzcan más desgracias como la de Spanair. Para ello, reclaman la indispensable garantía de que se permita y se respete la labor y decisiones de los comandantes sin la interposición o imposición de otros intereses o criterios alejados del cumplimiento escrupuloso de las pautas y normativa de seguridad. “Creemos firmemente que determinadas barreras de seguridad pueden sin duda ser reforzadas –señalan-. Lamentablemente, esto se escapa de nuestras manos”.