Buscar
martes, 16 de abril de 2024 18:27h.

"Soy lo prohibido", el 11 de junio en la Gomera

La compañía Clapso presenta en la Gomera, el reestreno de su emblemático montaje de cabaret teatro, Soy lo prohibido, una obra que marcó a finales de la década de los noventa no sólo una tendencia escénica, sino un nuevo concepto alrededor de las producciones teatrales en Canarias.
EL LUNES 11 DE JUNIO EN EL TEATRO INFANTA CRISTINA DE LA GOMERA, SU ÉXITO TALISMÁN ‘SOY LO PROHIBIDO
EL LUNES 11 DE JUNIO EN EL TEATRO INFANTA CRISTINA DE LA GOMERA, SU ÉXITO TALISMÁN ‘SOY LO PROHIBIDO

El Auditorio Insular Infanta Cristina de la capital colombina, acogera el proximo once de junio y a las 20,30 horas, el reestreno del montaje de cabaret "Soy lo prohibido interpretada por las actrices canarias Lili Quintana (popular por sus apariciones en programas de éxito como En clave de já y La Revoltosa de la Autonómica), Carmen Sánchez (Mararía, La voz dormida y Pa negre, la galardonada película del catalán Agustí Villaronga, La voz dormida) y Blanca Rodríguez (Que parezca un accidente e intérprete del filme de Antonia San Juan, Del lado del verano), Soy lo prohibido vuelve a los escenarios tras su exitoso estreno hace quince años después de haber sufrido una importante y refrescante revisión por parte de su director, Israel Reyes.

Reyes estima que Soy lo prohibido es un espectáculo fresco “que habla de cosas cercanas que conectan con el espectador. Un combinado dinámico de textos y canciones defendido por tres magnificas actrices”.

UN RETRATO DE LA SOCIEDAD

Soy lo prohibido reúne historias y personajes capaces de hacer reflexionar sobre temas de actualidad desde la comedia. Retratos de una sociedad que quince años después se mira al espejo y se reconoce más abierta y tolerante en muchos aspectos, pero que en otros, sigue marcada por las huellas del pasado. El descaro y la frescura de los perfiles que componen el mosaico de textos escritos por el cineasta canario Félix Sabroso e Israel Reyes, así como las canciones del espectáculo que han sido musicadas nuevamente para la ocasión por Germán Arias, convirtieron a este montaje, hace 15 años, en un éxito teatral que ha marcado positivamente el desarrollo y consolidación de Clapso, que el pasado año cumplió 20 años de trayectoria.

Pero ¿en dónde radica la vigencia y actualidad del texto Soy lo prohibido? Según Israel Reyes, “en el desfile de historias y personajes que hacen un repaso por los modelos de relaciones humanas con entornos muy cercanos al espectador. El plano laboral, las relaciones personales, el amor, los celos, la ingenuidad, la avaricia. Los mismos resortes que mueve al hombre desde que los griegos representaban sus dramas y comedias”, explica el director.

Según señala Reyes, director del montaje, “con el mismo espíritu pero con la experiencia acumulada en estos años, volvemos a encender las candilejas para iluminar “lo prohibido”, sacudir los corazones a ritmo de boleros o canción italiana. Esta reposición la afrontamos como una nueva producción desde todos los puntos de vista. Los textos y la puesta en escena han sido revisados. Un nuevo diseño del espacio escénico, iluminación y vestuario actualizan la estética del montaje”, señala.

LA COMPLICIDAD DEL PÚBLICO

Para Israel Reyes “la clave del éxito de Soy lo Prohibido fue la complicidad con los espectadores, porque el público hizo suya una propuesta que evolucionaba con Clapso y con el elenco. Durante casi cuatro años este espectáculo se convirtió en la bandera de una generación de teatreros que por fin creaba una marca que llenaba teatros”, añade.

Con respecto al trabajo de las tres protagonistas –Carmen Sánchez, Lili Quintana y Blanca Rodríguez- Israel Reyes tiene claro que son “el alma de esta función. Uno de los principales elementos a la hora de reponer Soy lo prohibido fue la circunstancia de poder reunirlas a las tres. No tendría sentido sin el elenco original. Ellas representan a una generación de actrices que se han ganado el respeto del público por su apuesta continua y por defender siempre proyectos de calidad”, concluye.