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viernes, 19 de abril de 2024 00:01h.

Ausencia de los seis alcaldes gomeros en los actos más importantes de la 54 edición de las Jornadas Colombinas

Ninguno de los primeros ediles de los seis consistorios insulares, incluido el capitalino, estuvieron presentes en los actos de ayer. Victor Chinea suplió la falta de este último.

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La corona de laureles  que cada año es depositada sobre el mar, es el homenaje que La Gomera rinde a sus numerosos hijos que han sido emigrantes o inmigrantes y especialmente a los que fallecieron al abandonar la Isla o cuando retornaban a la misma. 

En este emotivo acto , si bien estuvieron presentes los presidentes del Gobierno de Canarias, del Parlamento autónomo y del Cabildo, Paulino Rivero, Antonio Castro y Casimiro Curbelo, respectivamente junto con otras autoridades civiles y militares, si se echó en falta la asistencia al mismo de los seis alcaldes de la isla, cuestión esta última que era previsible o al menos ya muchos vaticinaban. Por unas razones u otras los seis ediles gomeros decidieron dar la espalda a los actos más importantes de la celebración de las Fiestas Colombinas.

Cabe señalar que, el alcalde en funciones de San Sebastián, Victor Chinea, ocupó puesto en la Mesa Presidencia y que originó que por primera vez en la historia de las Jornadas Colombinas un teniente de Alcalde sustituya en la Mesa Presidencial al titular de la Corporación Municipal debido a la ausencia de su titular, Ángel Luis Castilla, que no asistió al evento.

Pese a ello, el acto comenzó puntualmente a las 20:00 horas tras el concierto que había ofrecido la agrupación Jóvenes Cantadores en el Parque de La Torre del Conde, el nuevo escenario elegido en esta ocasión. La banda de música de San Sebastián Nuestra Señora de Guadalupe interpretó los pasadobles San Sebastián y el Islas Canarias. A continuación el párroco de Nuestra Señora de la Asunción y Arcipreste de La Gomera, Juan Ramos Concepción bendijo la corona de laurel y pronunció un discurso de recuerdo a los fallecidos.

El presidente del Gobierno canario y el del Cabildo entregaron la corona-ofrenda a un grupo de niños de la Escuela municipal de Vela después de que una niña recitara el poema de Pedro García Cabrera titulado Piloto de mi muerte. La banda de música interpretó la Salve Marinera y fue entonces cuando los jóvenes estudiantes de la Escuela de Vela marcharon hacia el mar rodeados de las chácaras y tambores de la agrupación La Atalaya, sin faltar en la despedida el sonido de nuestro silbo gomero.