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sábado, 20 de abril de 2024 00:00h.

Juan José Torres Chinea, el único gomero que ha vestido de luces

La isla canaria de la Gomera, también aportó a la tauromaquia a un diestro singular que dió mucho que hablar a principios de la década de los 70.

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http://toreroscanarios.wordpress.com/-Juan José Torres Chinea, un joven de arrolladora simpatía y nobleza, un gran comunicador, inteligente y apasionado, que vivió siempre por delante de su tiempo, y que se buscó por si sólo las oportunidades, de las maneras más originales e inimaginables. Nació en la isla colombina en 1.955, y sin antecedentes ni influencias familiares optó por dedicar su juventud a formarse como torero.

Arrollador, tremendista y bullidor fue siempre “El Gomero”, nombre artístico con el que siempre se anunció en los carteles, que se inició en tierras peninsulares que recorrió casi por completo como maletilla a la antigua usanza, con maco (atillo) al hombro y acudiendo a tientas, saltando cerrados en noches de luna y en las duras capeas pueblerinas de media España, jugandose la vida ante viejas vacas de retienta y toros resabiados de los que, por fortuna siempre salió bien parado.

Valiente sin duda, y un tanto arrebatado, fue cogido y herido por una res en un tentadero, perdiendo un dedo del pie, que terminó arrancándose para seguir toreando. Pero nunca perdió su sonrisa llana que le abrió muchas puertas de gente de bien y taurinos importantes como fué Manolo Chopera, con quién le unía una buena amistad y aprecio. Juan José, no obstante, brilló con luz propia, toreando con arte cuando le inspiraban las musas, ganandose el respeto de los más exigentes.

En uno de sus viajes a Tenerife, conoció a varios novilleros canarios con los que entrenó y depuró su técnica, debutando ante sus paisanos en un festival celebrado en la plaza de toros de Santa Cruz, el 12 de febrero de 1972, junto a Juan Manuel Fierro, Fabián Sosa “El Sali” y el matador de toros Victoriano Valencia, repitiendo más tarde en otro festival con igual cartel en el que cuajó una buena faena de muleta.

Vistió de luces por primera vez en la misma plaza tinerfeña para actuar como sobresaliente del rejoneador Curro Bedoya en la corrida de toros del dia de Navidad y posteriormente el 6 de enero de 1973 en la corrida canaria con Curro Bedoya, Chavalo, Orlando Ramos y Juan Manuel Fierro, y toreando como matador en la Plaza Monumental de Gando (Gran Canaria) junto a Paco Bautista y otros, y de nuevo en la peninsula en Fuentesaúco (Zamora) y pueblos de Guadalajara. Intervino como sobresaliente en varias corridas de toros y novilladas picadas.

Quiso llamar la atención para dar el salto definitivo a la fama y tanto que lo logró, ya que se inventó una campaña publicitaria que incluía el “falso secuestro de un avión de Iberia” que por supuesto nunca se produjo, pero que le crearon problemas suficientes para abandonar la profesión taurina de manera definitiva.

Alejado ya de los ruedos, Juan José dedicó su vida al mundo del marisco, llegando a convertirse en un destacado empresario afincado en las islas Baleares.
Juan José Torres “El Gomero”, quizás para algunos fue un genio, para otros, posiblemente un loco romántico y apasionado, pero en definitiva, si un canario torero, que siempre se jugó la vida a su manera por un ideal y que, por tanto, también tiene ganado su sitio, en la historia de la tauromaquia.