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jueves, 28 de marzo de 2024 00:00h.

El Rejo sufre un nuevo desprendimiento

El Cabildo apuesta por limpiar todo el material suelto o a punto de caer antes de abrir la vía con el fin de otorgar la máxima seguridad a los usuarios.

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La vía CV-14 El Rejo ha sufrido durante los últimos días un nuevo desprendimiento de considerables proporciones. La carretera se cerró al tráfico después de que se registraran, al menos, tres derrumbes, entre el jueves 20 de noviembre y el lunes 24. Pero además, según un informe elaborado por técnicos de la Consejería de Carreteras del Cabildo, desde que se clausuró la vía también se ha producido la caída constante de piedras sueltas.
 
El estado de fragilidad en la ladera aconseja que la solución propuesta desde la institución insular sea la de proceder a la limpieza de todo el material suelto o propenso a caer. Todo ello con el fin de garantizar el máximo de seguridad en la vía para cualquier usuario. “Actuación de difícil concreción pues hay que aunar seguridad durante su ejecución y respeto medioambiental”, se indica en el informe.
 
En estos momentos desde el Cabildo se está trabajando y avanzando en definir la actuación a ejecutar. Sin embargo, estos planes se han visto retrasados debido a lo adverso de las condiciones climatológicas durante el último mes. Los técnicos consideran “imprescindible” una correcta toma de datos en campo y una valoración por parte de los geólogos especialistas en la materia para la optimización y calidad del proyecto a redactar.
 
Por todo ello, los técnicos del Cabildo insisten y opinan que hay que prestar una altísima atención a lo que se haga, pues cualquier actuación que se ejecute debe reunir las máximas garantías posibles, tanto durante la ejecución como para la posterior explotación de la vía. Desde el Cabildo se es consciente del malestar y de las incomodidades que el corte de la vía genera. No obstante, se pide que se entienda que el problema es grave y que por la altura en la que se origina y las consiguientes dificultades de acceso, la solución resulta complicada y lo ocurrido no se resuelve con la simple limpieza de la vía. “El verdadero problema está en la parte superior de la carretera, no garantizándose con la mera limpieza de la rodadura la seguridad de los usuarios”.
 
El motivo, tal y como se ha comentado en un informe anterior, es que el talud presenta una alta inestabilidad producida por factores y acontecimientos de diversa índole. Entre ellos, que los materiales existentes en la ladera son lapillis compactados en el nivel más bajo. Por encima hay un elemento basáltico altamente meteorizado y un suelo orgánico de unos 30 a 40 centímetros de espesor en capas superiores.
 
El conjunto geológico sufre una erosión que se divide en dos tipos: por un lado la física debido a los cambios de temperatura lo que provoca que la piedra se expansione y contraiga hasta producir su rotura. A parte está la actividad orgánica causada por las plantas que pueden romper y desplazar la roca o la de los gusanos y roedores. Las tensiones en la corteza terrestre dan lugar a que fruto del desmonte que se realizó cuando la vía fue ejecutada, los materiales sufran descomprensiones que se extienden a lo largo de cientos de años y que generan una alteración que afecta a la estabilidad del terreno. Pero además se trata de un macizo rocoso sin soporte lateral en el que existen tracciones horizontales en la parte alta del macizo que pueden provocar la aparición de diaclasas verticales. Estas tracciones son producidas por la fuerza de la gravedad.
 
Destaca también el efecto del transporte y la erosión que hace que las rocas pierdan resistencia produciendo desprendimientos y deslizamientos. El agua es uno de los agentes de erosión más activos. Este elemento también da lugar a la erosión química que suele ir acompañada de aumento de volumen y desprendimiento de calor. Los principales procesos son la hidratación, la hidrólosis o descomposición química de una sustancia por medio del agua, la disolución y la oxidación, que se evidencia por los tonos rojizos o amarillentos de muchos suelos debido a la presencia de óxido férrico.