A los lectores seguro que les extraña este titular pero todo tiene su explicación. El 14 de marzo fue mi cumpleaños, ya me cayó otro año más…69. Ese día lo celebré con mi familia como todos los años. Pero considere que también quería estar rodeada de personas que me aportan y me hacen crecer como persona.
Madre…que haces de tu día a día un puzzle de sentimientos, frustraciones, decepciones.
Madre…aliada de la locura, bendita compañera que nos ayuda a vivir.
Antonio y su mujer tienen un hijo con autismo no verbal, Víctor nació aparentemente sin problema alguno, jugaba, interactuaba como cualquier niño, pero al año y medio la cosa cambio.
“Dejo de jugar, dejo de mirarnos…Nosotros dimos la alarma en la guardería y allí también veían el cambio tan grande que había dado Víctor”.
Decía Gandhi que "la grandeza de una nación se mide por el trato que damos a los animales"
Debería de ser de obligado cumplimiento una asignatura en los colegios donde enseñen a los niños desde bien pequeños que los animales no son cosas, son seres que sufren, sienten y padecen.
Hay tanto egoísmo y tanto afán de poseer riqueza y patrimonio, propio o ajeno que así llegan los conflictos. Si nos diéramos cuenta que aquí estamos de paso, no competiríamos por ser los más ricos del cementerio.
La magia de los magos y la labia de los políticos espero que conviertan ese negocio para buitres en Residencias públicas gestionadas y vigiladas por el Estado, que es quien tiene la obligación de hacer valer los derechos de esas personas y no se quede todo en papel mojado.
El día 3 de diciembre se celebró el día de la discapacidad, aunque la discapacidad la vivimos los 365 días al año, ese día es el elegido para dar visibilidad.
Visibilidad que no es para todos por igual, como decía al principio, hay discapacidades VIP y luego están las otras, las que nadie tiene en cuenta.
Puede que te pesen los años, la vida, las decepciones, las ilusiones perdidas, las perspectivas no alcanzadas; puede que añores tu infancia, tu juventud…