Así, asegura que en caso de que provoquen una movilización de medios sanitarios y de asistencia, el bulo "puede constituir delito, que le quede claro al que se piense que esto puede ser una broma o gracia para los amigos".
Ángel Puente puntualiza que la sociedad no puede olvidarse del esfuerzo que están haciendo otros profesionales para que un hospital o centro sanitario pueda funcionar con normalidad, como es el caso de los celadores, empleados de cocina, seguridad, lavandería, personal de mantenimiento, etc.
El aterrizaje de emergencia fue supervisado por al menos seis dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, Bomberos del Ayuntamiento de la capital, además de personal sanitario del servicio municipal y regional de urgencias (Samur y Summa)