Néstor López,Alcalde de Agulo.-Después de la última visita a Canarias del secretario de Estado de  Administración Pública, Antonio Beteta, donde repartió “pan para todos” pero “sin”, parece que queda claro que el anteproyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local dice lo que dice, pese al trabajo de muchos alcaldes, concejales y técnicos en nuestro intento de enmendar este terrible desaguisado.

Es muy ilustrativa la defensa que hace en sus declaraciones a la buena labor de los cabildos, obviando la de los ayuntamientos, con lo que se muestra su desconocimiento de la realidad, dado que en muchos casos son estos últimos los que dan los servicios sin corresponderles ante la pasividad de los cabildos… Si no que se lo cuenten a los 88 ayuntamientos de Canarias con sus alcaldes y concejales al frente.

Ya pensaba que, visto lo visto durante muchos años, pocas cosas podrían sorprenderme, pero no. Nada se dice de las competencias que deben auxiliar o sobre la impunidad que tienen para no cumplirla, pese a los grandes presupuestos que manejan. Desde luego, me rebelo a tener que admitir un trato de preferencias a su labor que, al menos, no sea  equiparada con lo de los ayuntamientos.

Las diputaciones y cabildos no están preparados para asumir competencias municipales porque se han sobredimensionado en otros aspectos y, además, se les debe hacer una auditoría de cumplimiento de sus propias competencias y los auxilios cumplidos a los ayuntamientos, previo a tomar otras decisiones.

No obstante, no debe importar mucho pues de lo que se trata es de desahuciar de los servicios públicos al ciudadano, sobre todo en el ámbito rural y, además, en el caso de las diputaciones serán nuestros propios compañeros  alcaldes y concejales los que abran la tumba y viertan tierra sobre estos.

En Canarias no es tan idílica la relación entre servicios de los ciudadanos-cabildos y será menos, pese a vendernos  la creación de los “consejos de alcaldes”, sin poder ejecutivo, por lo que veo claro que cerrarán las puertas al vecino para resolver sus problemas.

Será el primer atentado contra su identidad, bajo la mentira encubierta de que no desaparecerán los ayuntamientos. Hoy más que nunca el vecino necesita que se les dé un servicio de calidad y el cariño que las dificultades te niega.

 

La verdad, me alegro que el Presidente de la Federación Canaria de Islas (siete cabildos) vea claro que  hablar de ahorro en los servicios de la Gomera, por como lo tienen ajustados los ayuntamientos, solo puede implicar despidos de trabajadores y la bajada de calidad de estos.

Los cabildos canarios no se pueden prestar a llevar a cabo las pretensiones de esta ley, pues se falta, entre muchas cosas, el respeto a los ciudadanos y ustedes, como nosotros, nos debemos a estos y creo que está de más que lo diga, pero si todo sigue igual tendrán que sepultarnos a órdenes del gobierno del Reino de España.