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jueves, 25 de abril de 2024 18:15h.
Opiniones

Yo no he sido

Juan Alonso Velarde .-ABC.es.-El presidente canario nunca tiene responsabilidad en los desastres que se producen en las Islas, su gestión siempre es impolutaPaulino Rivero no es culpable del drama del pavoroso incendio que asoló la isla de La Gomera.

Juan Alonso Velarde .-ABC.es.-El presidente canario nunca tiene responsabilidad en los desastres que se producen en las Islas, su gestión siempre es impoluta
Paulino Rivero no es culpable del drama del pavoroso incendio que asoló la isla de La Gomera. Le petit Napoleon de El Sauzal se limitó en sede parlamentaria a ejecutar el protocolo de rigor, que no es otro que echarle la culpa al sembrado, como no podía ser de otra manera. El presidente del Gobierno de Canarias nunca tiene responsabilidad alguna en los desastres que se producen en las Islas, su gestión siempre es impoluta y, sobre todo, digna de ser glosada por los trovadores mediáticos a los que él tiene a buen sueldo para que no se les escape ni media coma de crítica.

Lo presenciado la pasada semana en la sede de la calle Teobaldo Power supone un ejercicio de indignidad escalofriante. Ni el jefe del Ejecutivo canario ni su consejero en materia de seguridad, el señor Javier González Ortiz, dudaron un solo momento a la hora de colgarle el mochuelo a los técnicos por la bajada en el nivel de alerta del fuego en la isla colombina. "¡Fueron los técnicos!", cantaron a dúo estos dos políticos, con un PSOE mirando a la techumbre del Parlamento de Canarias (donde también hay mucho fresco), y un PP que se revolvía en sus asientos ante las burdas explicaciones ofrecidas por el mandatario regional. Eso sí, tampoco es que desde la bancada de los populares se esté para dar ejemplo o para indignarse porque el presidente Rajoy aún no se ha dignado a venir por estos lares (tal vez porque ya no gusta quemarse ahora que está en la Presidencia). Pero vamos, lo de venir o no venir por las Islas es ahora mismo secundario y ya estamos habituados a los falsarios propagandistas que aprovechan la tierra quemada o inundada para sacar ventaja en las urnas.

Lo verdaderamente preocupante es la cobardía de un presidente del Gobierno de Canarias que no es capaz de asumir su propia incompetencia, que se toma la sede parlamentaria como un sitio al que hay que ir a explicar las cosas porque lo dice la ley, que si no se quedaría tranquilamente en su casita de El Sauzal o disfrutando de un cafelito y un licorcito en amena compañía en Jalea de Menta, por ejemplo.

Insisto, los ciudadanos no se merecen un comportamiento de este estilo. Aún quedan rescoldos por apagar y los políticos están ya sacudiéndose las cenizas de cualquier responsabilidad. Aquí las ayudas llegarán con demora, en pildoritas y sólo se darán prisas cuando perciban el olor a chamuscado, es decir la cita con las elecciones. Pero si ni siquiera (cuando se escriben estas líneas) TelePaulino fue capaz de hacer una gala al estilo de la de TVE solidarizándose con los habitantes de La Gomera. Es de vergüenza, pero a esto ya estamos acostumbrados, demasiado diría yo.