Hay una frase popular que define a quién va a lo loco por la vida, de forma improvisada y compulsiva. Se suele decir que esa persona o proyecto va “como un pollo sin cabeza”.
La noticia del largo puente de la Semana Santa es que, a pesar de la tormenta que azotó Canarias en los primeros días, los establecimientos turísticos de las islas registraron una alta ocupación que, en algunos casos, fue total.
El llamado “reloj del apocalipsis” o “del juicio final” es un famoso reloj simbólico que se puso en marcha en 1947 por un grupo de la Universidad de Chicago colocándolo a solo unos minutos de la medianoche, en la que se representaba la destrucción total de la humanidad. Si aún está funcionando, seguro que en estos últimos tiempos el minutero ha dado un nuevo salto acercándose a las doce.
Estos próximos años tendremos la oportunidad, si queremos hacerlo, de proponer y suscribir un gran pacto de todos los representantes de los canarios para modernizar nuestras administraciones y mejorar la productividad y la eficiencia del sector público.
"Cuando se pasa revista a la ejecución de las obras de residencias para mayores, La Gomera ha hecho la tarea. Lo hemos hecho porque teníamos el firme propósito de cumplir con nuestros mayores"
El dato se repite. Y aunque no es nuevo, nunca deja de ser noticia. Las autoridades de la Unión Europea nos han advertido de que la renta per cápita del Archipiélago podría caer hasta el 65% de la media europea, lo que equivale a un retroceso que nos llevaría al equivalente de los años setenta del siglo pasado.
Aplicando el sentido común todos deberíamos entender que no se le puede pedir a una empresa que por un lado disminuya sus ventas, su facturación y sus beneficios y por el otro le suba el salario a sus trabajadores. Pero la misma fórmula funciona al revés: si aumenta la facturación y aumentan los beneficios no se puede aceptar que no suban los sueldos de los trabajadores.
La realidad de Canarias: dieciséis millones de turistas y veinte y dos mil millones de euros de facturación. Nuestra región es, por derecho propio, uno de los destinos más importantes del mundo.
"No puede ser esto la democracia que nos hemos dado, cuando la vida institucional se ve desplazada y conturbada por acuerdos entre partidos que se realizan en la umbría política"
Como a tantos otros, me produce rechazo la insólita situación que estamos viviendo en este proyecto común que llamamos España, que tan bien ha funcionado durante cuatro décadas de libertad y democracia.
No existe demasiada confianza en las comisiones parlamentarias. Pero es una herramienta con la que el poder legislativo, que es la representación legítima de la soberanía popular, se acerca a los problemas de la sociedad a la que sirve.
Esta ha sido, para muchos, una semana triste. Porque hemos perdido a un canario excepcional, uno que perteneció a una generación de políticos que marcaron la diferencia.
Después de cuatro décadas de libertad y progreso, basadas en la reconciliación, el diálogo y el entendimiento, estamos desembocando en un desencuentro crónico y en la incapacidad de alcanzar ningún tipo de acuerdo en beneficio de la ciudadanía.
El mundo lleva tanto tiempo viviendo acontecimientos extraordinarios o inusuales que ya va siendo hora de empezar a pensar que no lo son. O lo que es lo mismo, que nuestra vida va a estar marcada por los zarandeos y sustos de un planeta que está sacudido por los conflictos y alterado por el cambio climático que algunos siguen negando a pesar de las apabullantes pruebas.
La fe es un motor que funciona con energías siempre renovables y que produce la mayor fuerza que jamás ha conocido el ser humano. La devoción a la figura de la Virgen de Guadalupe en La Gomera es una tradición que pasa de padres a hijas, que está incrustada en la cultura y en la manera de ser de las personas de esta isla.
"Hay gente que está preocupada por una posible amnistía a los encausados por los incidentes en Cataluña y por la integridad constitucional de España. Con todos mis respetos por la opinión ajena, yo estoy bastante más preocupado por el sistema eléctrico de Canarias que está al borde del colapso; por el incremento del precio de los artículos de consumo, que nos hace más pobres"
Sería absurdo que un corredor de relevos, al recoger el testigo que le pasan, retrocediera y volviera sobre los pasos de su compañero, alegando que ha sido demasiado lento o que ha corrido defectuosamente.
Canarias vive ahora, de nuevo, una situación de enorme incertidumbre ante el repunte migratorio. Miles de personas desesperadas huyen de países del vecino continente buscando una nueva vida en Europa.
Hay cuestiones sobre las que se pueden tener opiniones muy distintas que van en función de la ideología, la edad o el carácter de cada persona. Pero hay otras que se basan en algo incuestionable, que son los números.
Independientemente del gran papel que han tenido todos los presidentes autonómicos para conseguir una Canarias mejor. Es cierto que hay dos nombres que tenemos muy presentes: Jerónimo Saavedra y Adán Martín. Dos presidentes que se ocuparon especialmente de las comunicaciones de nuestras islas con el exterior y entre nosotros mismos, como estrategia fundamental y eje de nuestro desarrollo.
Reflexionar, planear y actuar. Y por el camino ir solventando todas las dificultades y problemas que siempre surgen cuando alguien pretende hacer algo. Esta es la base para que la “buena” política sirva a los intereses de los ciudadanos.
En los protocolos médicos de valoración se dice que un paciente está “desorientado” cuando la persona es incapaz de situarse en el tiempo y en el espacio; cuando no sabe dónde está o qué hora es.
Antiguamente se decía eso de que huele a chamusquina cuando había indicios de que algo no estaba saliendo tal y como se esperaba o que algo iba a salir mal. Exactamente esa es la impresión que me están dando las noticias que hemos conocido últimamente en torno a la conectividad de Canarias y las subvenciones a los vuelos entre las islas y el resto del Estado.