Buscar
viernes, 29 de marzo de 2024 00:00h.

Por encima de los políticos están los ciudadanos

En estos últimos días hemos vuelto a presenciar el enésimo desencuentro entre el Cabildo (en la figura de su presidente) y el Ayuntamiento de Hermigua (a través de su alcaldesa).

 Una raya más para el tigre; ahora, enfocada hacia una marquesina que están construyendo junto a la iglesia de la Encarnación y que estaba proyectada en la rotonda de Las Nuevitas. Cualquier iniciativa que mejore la calidad de vida a los vecinos debe ser bienvenida, venga de un lado o del otro. Porque, en el fondo, lo que aquí se está debatiendo es que los habitantes de Hermigua tengan dónde resguardarse y tener habilitado un lugar para coger la guagua. Todo aquello que vaya más allá de esto, es tergiversar el verdadero motivo de la petición que hice hace más de un año al Cabildo: que se ejecutaran paradas de guagua en la travesía.

No voy a entrar en polemizar si la razón la tiene el uno o la otra, si es el lugar más adecuado o no. Tan sólo decir que cada Administración le toca cooperar con la otra, aunque en este caso no se hayan respetado los acuerdos y proyectos previos. Además, quiero dejar claro que la idea de que la ruta de la guagua se desviara por la vía insular a su paso por el Valle Bajo ya la planteé en su momento al Cabildo y su respuesta fue que “estudiarían su viabilidad”. Se ve que ya la han estudiado y que han visto que es factible, a pesar de ser una vía de un solo sentido. Es decir, que pararán los vecinos que vayan para Vallehermoso.

La idea que me hicieron llegar algunos afectados, incluyendo taxistas, pretendía facilitar a los usuarios el servicio de taxi así como el acceso a la zona más poblada del entorno y no tener que caminar desde la travesía a la zona urbana y comercial de la Encarnación. Y eso se va a cumplir.

Lo que no es de recibo, y hay que decirlo, es que se construya sin el permiso municipal. No parece lógico desde un punto de vista administrativo que se salten a la torera acuerdos sin más. Pero tampoco parece lógico acusar de “cacicada” la actuación. Si cada vez que ocurre algo en esta isla nos dedicamos a descalificarnos, mal vamos. Los vecinos merecen respeto y que no les tomen el pelo, pero eso es algo que tenemos que comenzar por nosotros mismos.

Porque los vecinos no se merecen estas salidas de todo ni aburrirse. Hermigua debe prosperar y para ello se hace urgente que el Ayuntamiento y el Cabildo lleguen a un acuerdo. Ya lo dije en su momento: “empiezo a creer que la Institución Insular le toma el pelo a los vecinos de Hermigua”. Estas actitudes demuestran, por un lado y por el otro, que la política está por encima de los ciudadanos, y es justamente lo contrario: por encima de los políticos están los ciudadanos.