Para nuestros dirigentes políticos todas sus operaciones son éxitos. Porque tienen sus sueldos garantizados y gracias a su presencia mediática nos venden hasta sus más obvios fracaso como grandes éxitos.

Así nos pasa con las obras de la urbanización de la calle Ruiz Padrón. Tenían 4 años pero demoraron tanto su ejecución que casi vencen los plazos para recibir las subvenciones.  Ponen las vallas frente a las puertas de los negocios en el mes de noviembre sin aviso previo. En sus agendas no había  tiempo para reunirse con los comerciantes.

Todos los afectados han insistido en realizar las obras fuera de la época de Navidad, Reyes, barcos cruceros y carnaval.  Pero como lamentaban Curbelo y Castilla: “dado la necesidad de cumplir el plazo de las subvenciones” había que empezar ya.
Cuando vieron el descontento de los comerciantes les comprometieron subvenciones e indemnizaciones.

Pues claro con dinero ajeno es fácil hacer regalos. Más fácil todavía comprometerse a no cobrar durante las obras los impuestos municipales, que en tiempos buenos ya son desproporcionados. “Hemos tenido una reunión muy provechosa con los vecinos y comerciantes explicándoles lo que vamos a hacer durante el tiempo que duren los trabajos”(Castilla)

Pero el hito propagandista seguramente fue: “una jornada de dinamización comercial promovida por el área de comercio del Cabildo Insular y el Ayuntamiento de San Sebastián”. En la que “La capital recibió este domingo a más de 1.500 visitantes (por supuesto cruceros) con una jornada de dinamización comercial”.

Lo único que se dinamizaba fue el ego de nuestros regidores poniendo otra vez más la gafa rosada a los ciudadanos. Es como si hubieras roto a alguien las piernas para luego regalarle una bicicleta como compensación.

A un casi muerto hay que reanimar.

A la economía de la isla falta una política integral-sostenible y estable. Lo que nos presentaban nuestros políticos hasta ahora es el abuso del dirigismo económico. Han ruinado la estructura comercial y la creatividad.
Y con todo el humo que venden ahora no podrán tapar esta realidad. Si nuestros políticos tuvieron que vivir de los beneficios realmente creados, como cualquier autónomo de la isla, muy probablemente se murieran de hambre. Lo único que saben muy bien es gastar (nuestro) dinero creando ilusiones y dependencias.

 Ralf Zinke (militante de Sí se puede La Gomera)