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sábado, 20 de abril de 2024 00:00h.

Que no nos engañen con el empleo

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Rubén Martínez Carmona

Sin duda alguna, el paro, junto a la corrupción, es el principal problema que asola a la sociedad española y en particular a La Gomera.

 La corrupción sobrevuela como ave de rapiña a alguno de los representantes insulares y hemos terminado por acostumbrarnos, tal es nuestra desgracia, a observar el paseo hacia los juzgados de presuntos imputados en casos como la Operación Telaraña. Eso sí, llama la atención ver como ante tramas ajenas pongamos el grito en el cielo y sin embargo mantengamos un silencio cómplice ante las que nos afectan de cerca. Debe ser por aquello de que si nos roban nuestros convecinos todo queda perdonado. 

Frente al silencio en torno a la corrupción en La Gomera, acallada por medios y disimulada por la propia sociedad insular, los planes de empleo se han convertido en el referente mediático. Estas últimas semanas hemos podido ver noticias publicadas desde diferentes ayuntamientos de la isla y sobre todo desde el Cabildo sobre la articulación de programas para disminuir el lacerante paro insular. A nadie se le escapa que ya empezó la campaña electoral. 

La voz cantante la ha asumido el Presidente del Cabildo Insular. Hemos conocido que para el próximo año, “si continuara, como previsiblemente va a ser, como Presidente en los próximos 4 años” Casimiro Curbelo dixit, se prevén crear un mínimo de 1.244 puestos de trabajo. Ello significaría reducir los 3.900 parados que hay en la isla según la EPA del tercer trimestre de 2014 (últimos datos estadísticos que se pueden consultar) en un 31´8%. Una magnífica noticia, sin duda alguna. 

Pero existen una serie de cuestiones que nos hacen dudar de tan halagüeños propósitos. El primero es que las promesas sobre los planes de empleos han sido recurrentes a lo largo de toda la legislatura y fue un eje básico en el programa electoral del 2011. Sin embargo, los datos son contundentes: el porcentaje medio de paro durante la legislatura ha sido del 33´5%.

El segundo trimestre de 2011 -coincidente con las anteriores elecciones-, la tasa de paro era del 28´68 % y en el tercer trimestre de 2014 (últimos datos publicados) es de un 34´9%. Es decir, se ha incrementado en 6´3 puntos. Poco se ha hecho en la presente legislatura para paliar el problema. Las tasas de La Gomera superan a la del resto del estado en diez puntos. Se sobrentiende que a lo largo de casi 25 años de gobierno insular se podría haber implementado una serie de medidas que paliasen tan dramáticas cifras. No ha sido así. 

Según fuentes del ISTAC el promedio de personas empleadas por el Cabildo durante la legislatura ha sido de 402         -incluyendo a funcionarios de carrera, personal laboral y otro personal como interinos, eventuales, contratados, etc.-, pero curiosamente esa cifra llega a 840 y 864 los meses  de junio y septiembre del 2011, es decir los meses posteriores  a las anteriores elecciones. Si no contásemos con esos meses el promedio  de los cuatro años bajaría a la cifra de 327 personas. En definitiva se nos prometen 1244 puestos de trabajo que no pasarán de los seis meses y que inevitablemente, pasados ese tiempo, volverán a engrosar las dramáticas cifras de parados de la isla. 

Otro dato a tener en cuenta es que el 60 % de las personas desempleadas en la isla tienen estudios primarios incompletos o estudios primarios, y que por parte de las Administraciones Públicas de la isla, las mismas que tanto se afanan en sacar planes de empleo sobre todo en época electoral, no se promueven con mayor intensidad y continuidad planes de formación y mejora en la cualificación profesional de este colectivo.

Pero la contundencia de las malas cifras no solo se ceba en las altas tasas de paro, la precariedad laboral y la falta de formación sino que observamos con preocupación cómo La Gomera también ostenta cifras récord en cuanto al valor de la cesta de la compra. A lo largo de la presente legislatura se ha situado una media de 6 puntos por encima del resto del archipiélago y lo más significativo un punto por encima de El Hierro. Excusas frívolas como la lejanía no son de recibo.

Las cifras hablan por sí mismas, líderes indiscutibles en paro y en el valor de la cesta de la compra. Tal es el bagaje de la presente legislatura.  Ahora que no nos engañen con políticas de compromiso social, con promesas que como flor de un día desaparecerán después de la  de la campaña electoral y las elecciones.

En febrero de 2013 el Señor Casimiro Curbelo tituló a uno de sus artículos de opinión “Decididos a conquistar el mundo”. Cabría señalar que quizás fuese preferible, tal y como se gestiona la isla por parte de su presidente, que fuese el mundo quien nos conquistase.

Sin duda alguna muchas cuestiones mejorarían. Como ello, tal es nuestra desdicha, no va a ocurrir, va siendo preciso que seamos los propios gomeros quienes decidamos apostar por transformar una realidad tan precaria. Al menos, cuando sean las elecciones, debemos tener claro que, por muchas promesas que se nos hagan, la realidad es tozuda y muestra la necesidad de cambiar muchas de las “verdades” que nos han hecho creer. En nuestras manos está el poder cambiarlas. 

Rubén Martínez Carmona