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martes, 16 de abril de 2024 00:00h.

Cada veintidos de Noviembre...

Vivir es saber ampliarse a todas los expectativas y en todas los derroteros. Y, explotando este filosófico preámbulo, hoy, nos vamos con otros diferentes panoramas y sentidas orientaciones informativas.

Muchas han sido ya las veces que he podido leer, en algunas literarias páginas, diversas opiniones sobre el oportuno concepto de lo qué es la MÚSICA, reteniendo entre las mismas, estas: “En la melodía, todos los sentimientos, vuelven a su estado puro y el mundo, no es sino una genial tonada, hecha realidad”.

Es acaso, el arte mas cercano en los que se hallan al unísono, casi entroncados, al unísono, los felices sabores de las lloradas lágrimas y el de los muy gratos buenos recuerdos. Es acaso, en donde el alma suele acercarse más y más, al inspirado sentimiento poético; a la creación de la auténtica donosura originaria.

Es todo un arte que se encuentra soberanamente ubicado casi fuera de los límites de la razón ya que, lo mismo puede decirse, que está por debajo, como que se encuentra por encima de la misma. Cada 22 de Noviembre, los buenos amantes, profesionales y adictos a la música, por todo lo alto, celebran y festejan el señalado día de su excelsa Patrona, SANTA CECILIA.

Probablemente, sea una de las santas más destacadas y populares de todas las épocas, aunque, sea bastante poco lo que de ella logramos llegar a enterarnos. Se especula de que nació en Roma, en el seno de una esclarecida familia, y que fue casada contra su propia voluntad con un joven pagano, de nombre, Valerio. Ella logró el que su marido respetara su virginidad y se convirtiera al cristianismo, habiendo sido bautizado por el Papa Urbano, y, junto con su hermano Tiburcio, también convertido, por lo que, siendo denunciados por esa práctica, dio sepelio a los consagrados mártires de la cruel persecución, ejercida por Turco Almaquio, siendo ambos, despiadadamente decapitados.

Cecilia, fue asimismo imputada y condenada a ser arrojada al fuego de las termas de su propia casa, pero salió ilesa, por lo que el tirano, ordenó que fuese degollada. Herida tres veces, con el hacha, expiró tras tres días de irreprimible agonía. El propio Papa, Urbano, auxiliado por sus diáconos, enterró a la mártir, consagrando su casa como basílica.

El peculiar culto a esta acreditada mujer, se propagó ampliamente a causa de la anécdota de su tortura que la ensalza como fiel ejemplo de la mujer cristiana. Una frase, (he aquí la clave de su patronazgo), en el acta de su muerte, indica de que...”estuvo cantando durante todo el suplicio, motivo por el cual, le ha valido ser la Patrona de los Músicos.

Las múltiples, sin fin, Agrupaciones Musicales, extensos Coros e incontables Orquestas, la suelen honrar en esta fecha, enalteciendo tal jubileo, con ejemplar respeto, admiración y entusiasmo. ¿ A quién de nosotros no le agrada una buena canción?

¡¡Qué placentera maravilla el abrir por Internet, a “gomeraactualidad”, para encontrarnos de repente y sopetón, con la tan agradable sorpresa de poder sintonizarnos con su peculiar Radio, en la que, además de importantes noticias locales, nos llegan los populares aires de algunas pegadizas rancheras, resonantes tangos, vivaces pasodobles, melancólicos valses y la sabrosa cascada de nuestros inigualables aires canarios!! ¡NUESTRA más sincera felicitación para todos cuantos ejercen tan loable, alegre y encantadora profesión musical, en un momento en el que, de ninguna manera, podríamos haber cometido el ignorante pecado de habernos dejado pasar por alto, tal sonora efemérides.