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viernes, 29 de marzo de 2024 00:00h.

Sí se puede condena el asesinato de una mujer en Lanzarote a causa de la violencia machista

La organización ecosocialista exige a las administraciones públicas que reafirmen su compromiso hasta lograr su erradicación

Sí se puede

Sí se puede condena el asesinato de la joven Romina Celeste Núñez en Lanzarote a causa de la violencia machista. La organización ecosocialista exige a las administraciones públicas que reafirmen su compromiso hasta lograr su erradicación, así como es necesario el del conjunto de los agentes sociales en esta lucha que es, en esencia, un paso básico en la conquista de la igualdad de género. 

“Llevamos años exigiendo este compromiso; ahora insistimos aún más en esta exigencia, ya que en los últimos meses se han ido concretando fórmulas políticas que se atreven a negar la evidencia de la existencia de las violencias machistas en sus múltiples formas y que pretenden convertir esos dogmas en nuevas políticas contra la igualdad y contra las mujeres, algo a lo que Sí se puede no está dispuesta, como tampoco están dispuestas tantas organizaciones feministas”, asegura la portavoz de la Comisión de Feminismos y Derechos LGTBIQ de Sí se puede, Eva Padilla.

Sí se puede anima a la ciudadanía a sumarse a los actos convocados por el movimiento feminista y el Foro Contra la Violencia de Género para denunciar este hecho de violencia machista que ha acabado con la vida de una mujer en Teguise, Lanzarote.

“La violencia machista revela la profunda desigualdad característica de nuestra sociedad, lo que requiere establecer como prioridad la mejora de la respuesta institucional frente a ella, a partir de nuevos paradigmas, con medidas eficaces”, asegura Padilla.

A juicio de la organización ecosocialista, este programa debe empezar por el aumento de la financiación, el desarrollo y consolidación del sistema de prevención, la atención y protección de las mujeres y menores víctimas, así como la apuesta decidida por garantizar en el sistema educativo una formación permanente y continuada en valores igualitarios y educación afectivo-sexual, dado que la educación constituye un espacio esencial de sensibilización y prevención.

“Los procedimientos seguidos hasta ahora no evitan que se continúe asesinando a las mujeres, la destrucción de sus vidas y de sus familias, lo que hace evidente la necesidad de cambiar las fórmulas de trabajo”, subraya la portavoz ecosocialista.

Entre estos cambios, Sí se puede considera indispensable “incrementar los recursos, fortalecer los servicios públicos, para que sean capaces de detener el terrorismo machista, e incorporar a los ayuntamientos en un plan sistemático de prevención, porque esta violencia sistémica debe enfrentarse con planes de igualdad asentados en la realidad local”, apunta Padilla.

Por otra parte, la organización hace un llamamiento a la responsabilidad colectiva en la erradicación de prácticas machistas que cultivan y sustentan una masculinidad que entiende como su derecho el control de las vidas de las mujeres.

“Nos encontramos en un momento clave en la historia de la conquista de la igualdad por parte de las mujeres. Por una parte, una minoría que cuestiona fundamentos esenciales en la conquista de la igualdad ha conseguido dotarse de fórmulas políticas que le están permitiendo acceder a los espacios donde se toman las decisiones institucionales, como ocurrió recientemente en Andalucía. Mientras, por otra parte, gran parte de la sociedad entiende y reconoce que la lucha de las mujeres por su dignidad y sus derechos es un factor esencial en la democratización real de la sociedad, por ello, es hora de expresar el rechazo a la violencia machista de forma rotunda en las calles, así como la disposición a no retroceder en lo alcanzado hasta ahora, tal como hicimos en las calles de las Islas y de todo el Estado este mismo martes”, manifiesta la portavoz.

Sí se puede invita a la ciudadanía a continuar expresando su rechazo al sumarse a las consignas de “Ni un paso atrás”, que el movimiento feminista está enarbolando para evidenciar su disposición a conservar los derechos conquistados, y “Ni una menos”, tal como se ha extendido por todo el mundo como expresión de la toma de conciencia sobre los nefastos efectos de la violencia machista y para exigir acciones coherentes a las administraciones públicas.