En estos días se cumplen dos años y muchos meses desde las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Muchas cosas pasaron aquellos días que irían moldeando el futuro (ahora presente) de la isla, pero hoy vamos a poner la lupa en Valle Gran Rey para desarrollar una teoría cada vez más aceptada por su población (desde comerciantes, taxistas, colectivos… y la población en general)

Aquel día de junio de 2011, durante el pleno de investidura, muchos se sorprendieron con el discurso del candidato del PSOE. Venía a decir, en lo que algunos entendieron como una advertencia y otros como una amenaza directa, que Valle Gran Rey lo iba a tener muy difícil si el gobierno municipal y el insular no eran del mismo partido. Su partido.

Hagamos un balance de lo que ha pasado desde entonces: se acabó la subvención para la línea marítima y el parlamentario de ese partido por nuestra isla (ahora en el gobierno de Canarias y portavoz de transportes) deja de exigir su restablecimiento; nace un conflicto con los taxistas que impide a todos los que no sean de San Sebastián recoger pasajeros en el puerto capitalino; no se lleva a cabo una política efectiva de rutas de transporte público ni una renovación de la flota en la empresa de propiedad insular (Guaguas Gomera); el Cabildo decide pagar todos los transportes de alumnos menos los de Valle Gran Rey; se realizan proyectos y se busca financiación para el puerto deportivo de Playa Santiago (incluso uno en la Rajita de titularidad desconocida) y la ampliación del puerto de San Sebastián (4 millones de euros) mientras el de Vueltas sigue parado.

 Se impulsan y llevan a cabo obras que menoscaban la imagen natural y turística del pueblo, y que encima quedan a mitad (Encauzamiento del barranco); los cruceros (única basa turística del empleado-consejero Fernando Méndez, aunque nos parezca más un perjuicio que un beneficio) se quedan en más de un 90% en la capital; se realiza la limpieza del palmeral UN AÑO después del incendio y usando medios que lo ponen en serio peligro; la mayor parte de las casas y pajares afectados siguen sin poder ser reconstruidos porque no han llegado las ayudas suficientes, dejando un rastro de ruinas quemadas año y medio después del incendio; no se han llevado a cabo medidas para evitar el abandono de cultivos; se realiza un mes de quemas de materiales de poda sin tener en cuenta la imagen para los visitantes, el perjuicio para la salud,...

En los últimos días parece que, ese parlamentario y ese presidente del Cabildo, se han puesto de acuerdo para pedir la línea interior. ¿Dónde han estado estos años? ¿A quién se lo exigen? ¿No es su partido el que gobierna en Canarias? ¿Si realmente se quiere terminar el Puerto de Vueltas porque no hay dotación económica? ¿Si realmente quieren la línea porque no se ha pedido hasta ahora? ¿A quién quieren engañar?

Podríamos llegar a pensar que todas las políticas que se vienen realizando con Valle Gran Rey son un castigo. Un castigo consistente en dificultar la llegada de visitantes y menoscabar la imagen turística del municipio. Cada día es más difícil y caro llegar a Valle Gran Rey, y cada día el pueblo está un poco peor, cada vez menos verde y cada vez con más obras inútiles inacabadas realizadas en temporada alta, con ruidos y molestias en tiempos de máxima ocupación. La última, una peatonalización en Vueltas que nadie entiende, y que una vez más se he realizado a espaldas del pueblo, imponiendo un proyecto inútil e innecesario (esto lo dicen los vecinos no LGSM) 

Hay una premisa militar que dice que "los soldados se matan con balas y los ejércitos cortando líneas de suministros". Valle Gran Rey vive del turismo que viene a disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad, si dificultamos su llegada y matamos esa naturaleza y esa tranquilidad ¿qué va a pasar? ¿Podemos permitirlo? ¿Por qué seguimos permitiéndolo?

LaGomeraSeMueve