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viernes, 29 de marzo de 2024 00:00h.

Rosa Pérez de cerca.-Por Haridian Marichal

La conocida periodista gomera, Haridian Marichal realiza esta extensa entrevista a la profesora de Historia en el Instituto de San Sebastián de La Gomera, Rosa Perez quien pidió prolongar su actividad en el centro, pese a cumplir la edad de jubilación. Un error administrativo que se basa en que la documentación se presentaba fuera de plazo, podrá suponer que finalice su docencia tras más de treinta años de experiencia

 Rosa Pérez.-Profesora de Historia en el Instituto de San Sebastián de La Gomera,
Rosa Pérez.-Profesora de Historia en el Instituto de San Sebastián de La Gomera,

Nacida en Santa Cruz de Tenerife y con experiencia en diversos centros educativos, Rosa Pérez Correa ejerce su actividad docente en el IES San Sebastián desde hace varios años. Ante su deseo de seguir ejerciendo, a pesar de cumplir la edad de jubilación este mes de octubre, presentó la documentación en la que pedía seguir dando clases para garantizar que los alumnos continuaran hasta final de curso. Pero, el cambio en la legislación en Canarias para ello, hace apenas algo más de un año, y un error administrativo que se basa en que el escrito estaba fuera de plazo, supondría que esta semana esta profesora no siguiera con su actividad.

Muchos alumnos y ex alumnos al conocer esta noticia hace unas semanas, mostraron su apoyo a Rosa a través de varias acciones, como la elaboración de carteles que se encuentran en el Instituto, mensajes a través de las redes sociales, artículos en prensa y la recogida de firmas a través del portal Change.org (que cuenta ya con más de quinientas firmas); parte de ellas son de antiguos estudiantes del centro, que están fuera de la isla.

Para sus alumnos en la actualidad, sus clases son como “un mundo nuevo por descubrir”. Destacan, además, su implicación, buen hacer y la dinámica de las clases. Como ex alumno, Aarón Rodríguez, quien elaboró un artículo para los medios digitales y ha apoyado esta iniciativa, resalta de esta profesora “su valor humano, su vocación y su servicio a la enseñanza. Cuán importante es la educación que forja ciudadanos y sociedades y Rosa ha aportado en este sentido un granito de arena en La Gomera. Es una persona que me abrió la mente y me enseñó a luchar por lo que estoy haciendo ahora”. Erasmo Chinea, quien también escribió e hizo público un artículo la semana pasada, habla de Rosa Pérez “como creadora de auténticos ciudadanos” y afirma que para “los que hemos tenido el honor de ser profesores siendo, a su vez, antiguos alumnos suyos, nunca tendremos suficientes palabras de gratitud por sus orientaciones

– a veces acertadas y otras no tanto- al recordarnos porqué un día también cogimos la tiza”.

Rosa Pérez afronta una semana, esta, que marcará su actividad como docente. Pero más allá de su visión como profesora, se define como una persona abierta a aprender, defensora del alumnado, crítica y con valores.

 ¿Quién es Rosa Pérez Correa?

Yo diría que una mujer; una mujer que lucha, que siempre ha sentido curiosidad por aprender y que en el aprendizaje, algunas cosas se han quedado en el camino y otras creo que, quizás, pues haya aprendido algo. ¿Qué más? Preocupada, en el sentido de que cada persona puede hacer algo. Y el puede hacer algo, significa implicarte; implicarte en la vida supone también que unas veces ganas y otras pierdes.

Viendo los artículos que han hecho dos ex alumnos suyos, no sólo se puede hablar de una materia como es Historia Contemporánea e Historia de España, sino también de una educación en valores. ¿Una clase es algo más?

 Yo creo que no es sólo la materia, porque cuando tú estás en un aula estás con personas, seres humanos, que se están formando, que muchas veces entienden lo que estás diciendo, pero otras veces no están metidos dentro de la historia. Entonces, necesitas que ellos se sientan responsables de su vida, de su futuro y de aquello que como ser humano tiene la obligación de dar al resto de los seres humanos, tanto a los que son sus contemporáneos, como a aquellos que vayan a venir después. Y teniendo en cuenta en el mundo que estamos viviendo, con la falta de valores, en algún momento hay que hacerlo visible. La palabra ‘valores’ no es eso, no es una palabra; lo tienes que vivir, lo tienes que visualizar. Es, al mismo tiempo, como un juego.

Un error burocrático, un error administrativo, ¿cómo pasa todo? ¿Cuál es la dificultad a la que se enfrenta?

Una documentación que te piden que, normalmente, es un escrito donde solicitas una prórroga, que te lo permite la ley, de un curso; es decir, de completar un curso. Pero, ¿qué pasa? En Canarias la ley sale en junio de 2012.

El desconocimiento de esa ley hace que entienda la aplicación de la ley estatal, que indica que el plazo es de tres meses antes de cumplir la edad. Por lo cual, cuando lo presento tengo suficiente tiempo. Lo presento en los primeros días de julio porque durante el curso junio es el mes que más trabajo tienes, donde tienes que estar haciendo los exámenes, tienes que estar corrigiendo, como yo doy a segundo y primero de Bachillerato.

Entonces, esperas a que el curso finalice para que luego puedas resolver tus asuntos. Claro, deberías resolver primero los tuyos, parece. Y esa documentación la entregas unos días más tarde, no la entregas un mes más tarde ni quince días más tarde: unos días más tarde.

Entiendo que se tiene que valorar las consecuencias en relación al alumnado porque yo en ese escrito lo que digo es que en beneficio del alumnado, tengo que terminar este curso escolar con este alumnado, al que ya le he dado clase, al que conozco y con el que quiero terminar su etapa. Porque acaban y ya se van a la universidad. No entiendo por qué entregas unos papeles unos días más tarde y es más importante un plazo que unas personas. En este caso, un alumnado.

Ahora la situación, ¿cuál es? ¿A qué se tiene que esperar?

Un milagro. Yo diría que un milagro. Es decir, que la administración educativa entienda qué es lo verdaderamente importante: si se prima a lo que es la burocracia o si se prima al interés educativo en este caso. 

Hay detrás de todo ello un movimiento social. No sé si era consciente una vez que avisó a los alumnos de esa dificultad y que ello suponía que en unos días dejaría de dar clase. ¿Esperaba ese movimiento por parte de los alumnos?

No, no, no. Yo esperaba que se disgustaran cuando yo les comunico la noticia. Pero, la transcendencia, la que luego va a tener, desde luego que no. Hay muchísimos alumnos fuera, pero, ¿cómo iban a saber los que estaban fuera lo que está sucediendo en La Gomera, en el único instituto que hay en la isla?

Si lo piensas un poquito, te das cuenta de la importancia y de cómo los medios digitales y las redes sociales son capaces de algo que tú no te imaginas. Sólo cuando lo estás viviendo te das cuenta. Siempre se habla de las redes sociales, pero nunca que sea algo reivindicado. Y más a unas edades, con una juventud a la que se le achaca de no darle importancia y que es egoísta. Esto demuestra que no lo es.

¿Qué es lo que siente una profesora de Historia cuando vive estos momentos, siendo además ese instituto el único de la isla? ¿Satisfacción, sorpresa?

 Yo creo que con el tiempo podré definirlo mejor. Ahora mientras lo estás viviendo te sientes como en el más allá, es decir, es difícil. En ocasiones te puedes situar en la realidad, pero otras veces te vas, porque todavía no lo asimilas. Todavía no lo asimilas.

Estamos hablando de treinta años dedicados a la docencia…

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¿Recuerda su primera clase?

 La primera clase que recuerde fue en un colegio Montessori, con el método Montessori, con niños entre cinco y siete años. Entonces allí no sabía donde me había metido, no estaba preparada para eso, se supone que era para gente mayor.

Pero, observé cómo se comportaba el alumnado, la relación que mantenía con el director del centro al que llamaban ‘May’, lo adoraban. Venían en el verano a pintar el colegio porque les apetecía estar allí y yo pienso que aprendí mucho. No estuve mucho tiempo, ya después sí pasé a gente mayor. Pero esos primeros momentos fueron cruciales para aprender muchas cosas de cómo acercarte a los alumnos.

 Y después de esta experiencia, ¿llega a La Gomera?

Rosa: No, ¡qué va! ¡Uf! Tienes desde el Instituto de Granadilla, el Colegio de La Pureza, el Instituto Poeta Viana y después ya si vine para aquí. Y ya me quedé porque me gustó mucho la isla, me sentí cómoda. A mi me gusta la naturaleza y aquí la hay. Y cuando voy a Santa Cruz [de Tenerife] voy a lo necesario. Quedarme días ya me estresa. Y nací en Santa Cruz…

Ante la situación actual y los problemas que hay en España  ¿también se preocupa por lo que está ocurriendo?

Si te refieres a ese futuro inmediato, a los problemas económicos graves, al paro, que va a dificultar que muchos de ellos [los alumnos] puedan acceder a lo que quieren. A que muchos de ellos puedan terminar sus estudios como cualquier europeo, haciendo un máster en cualquier país. Y eso tiene un coste económico, es muy difícil.

El competir con otros estudiantes o profesionales en un futuro, va a ser complicado porque necesitan una formación a nivel europeo. Para eso estamos en Europa. Desde el dominio de idiomas hasta una preparación de altura, así que este problema económico por mucho que el alumno estudie y tenga buenas notas, si no hay unas becas amplias, sustanciosas, lo veo muy difícil, muy complicado. Entonces, claro que me preocupa.

Hay alumnos y alumnas que son brillantes, pero esa brillantez cómo la puedes demostrar si no se le dan oportunidades. No hay igualdad para que puedan llegar a donde tienen que llegar. Yo conozco gente que ha estudiado al mismo tiempo que estaba trabajando porque había trabajo.

Pero ahora mismo no tienen esa opción. No solamente es estudiar, es comer, es calzarse, esponerse la ropa… Por eso tienen que prepararse muy bien ya, desde ahora, no tienen que estar esperando a llegar a la universidad o terminar, por eso hay muchos en la Escuela de Idiomas; sólo tenemos una. Desgraciadamente, hay dos idiomas, sólo se da inglés y alemán; y alemán sólo dos cursos. Pues ya deberían poner algún otro.

Ha resaltado a lo largo de la entrevista al alumnado, sus intereses, sus preocupaciones y sus expectativas, ¿cuál sería el mensaje de Rosa para sus alumnos?

Yo diría que la pregunta más difícil porque si me dices un mensaje, me estás poniendo un final. Entonces, como yo no quiero ver el final dime más que un mensaje, dime qué me gustaría para ellos. Y lo que me gustaría para ellos es que para ser feliz tienen que ser ellos mismos, no renunciar nunca a lo que desean ser, y no tener. Que siempre sea más importante el ser que el tener. Ese sería el consejo.