Decía Nelson Mandela que “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Aunque algunos quieran usarla para hacernos creer en sus mundos.
San Agustín contaba que si errar era de humanos, perseverar en el error por aversión era diabólico. Aun así, me resisto a pensar que el Ayuntamiento de Alajeró sea “la pequeña Sicilia”, tal y como me comenta un buen amigo mío.
La pandemia nos ha recordado la importancia de una sanidad pública fuerte, universal, gratuita y de calidad. Hemos comprobado de primera mano que las denuncias y manifestaciones que venía haciendo durante años el personal sanitario (médicos, enfermeras, celadores...) deben ser escuchadas y atendidas, que no eran quejas en vano.
El gran Pablo Picasso dijo una vez que le llevó 4 años pintar como Rafael, pero toda una vida aprender a dibujar como un niño. Me temo que otros tendrán que vivir 4 ó 40 vidas, para poder entender que como socialistas no tienen una razón convincente que exponer, sino intereses personales que defender.
A mis paisanos, Manuel Roldán Dorta, José Hernández Negrín, Manuel Rolo Piñero, Agustín Navarro Navarro, Manuel Navarro Rolo, prestigiosos poetas populares ("versiadores" de leyenda), naturales de Valle Gran Rey, que, sabiamente, vaciaban en décimas los acontecimientos locales, personales y colectivos, para difundirlos y mantener viva la historia.
Ya estamos instalados en el último mes de este singular año 2020, y como le ocurre a casi todo el mundo por estas fechas, no puedo evitar la tentación de hacer balance, de sopesar el debe y el haber en el ámbito personal y profesional, de los esfuerzos y resultados obtenidos, así como de los deseos y las desilusiones.
Si echo la vista atrás, haciendo balance de este último ejercicio, no puedo estar más satisfecho de todo lo que ha conseguido el Partido Socialista, en general, pero especialmente en Canarias, y del trabajo que están desarrollando todos los representantes socialistas canarios en cada una de las administraciones.
"Tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Actuar con seriedad y rigor. Con más consensos y menos desencuentros. Con más altura política y menos disputas partidistas"
Hablo en este artículo, que es nada más que un desahogo, de la Torre del Conde y de la Casa de la Aduana. Dos joyas del patrimonio histórico no sólo de San Sebastián, sino de La Gomera entera.
"Cuando se llega al punto en que el poder ejecutivo pacta con separatistas radicales y exterroristas, y en la calle se puede insultar impunemente al Jefe del Estado y quemar Banderas, no queda otra que movilizar a la sociedad civil"
Por tanto, existe una burla directa que une la Moncloa con todos y cada uno de estos “viejos” españoles seguramente orgullosos de una de las cosas más importantes que han hecho en su mísera o alegre vida, eliminando la confrontación de las dos Españas.