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viernes, 29 de marzo de 2024 10:15h.

Los pirómanos del Cabildo (Por LaGomeraSemueve)

La Gomera Se Mueve
La Gomera Se Mueve

En estos dos años no nos hemos cansado de denunciar los errores y negligencias del 2012, lo que se olvidó de 1984 y lo que se ha venido haciendo mal desde entonces. 

Dos años han pasado desde que LaGomeraSeMueve empezó su andadura. Dos años del terrible incendio, de muchísimas hectáreas calcinadas, casas en ruinas, animales muertos, recuerdos perdidos, pero también dos años de mucho trabajo, de unidad, de solidaridad, de manifestaciones y actos como nunca se habían visto en La Gomera.

En estos dos años no nos hemos cansado de denunciar los errores y negligencias del 2012, lo que se olvidó de 1984 y lo que se ha venido haciendo mal desde entonces.

Muchos han sido los objetivos de esas denuncias, desde los ayuntamientos (sin planes de emergencia ni dotaciones de bomberos) hasta el Gobierno de España (que nos iba dejando hidroaviones como quien da limosna) pasando por el Gobierno de canarias (del que seguimos esperando las ayudas prometidas y la base permanente del helicóptero del GES) la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (que se gastó dinero para las zonas afectadas en recuperar terrenos de cultivo en el barrio de su director, Emiliano Coello) los parlamentarios gomeros (que votaron NO a investigar que había pasado) y sobre todo el Cabildo Insular de La Gomera.

Sin duda, la institución “desgobernada” por Casimiro Curbelo fue el origen de las acciones que determinaron de forma trágica que un pequeño conato en Alajeró llegará al barranco de Valle Gran Rey, quemando el 10% de la isla, el 25% del Parque Nacional de Garajonay, matando miles de animales y afectando a casi cien casas. Hoy en día, sigue siendo objeto de estudio y debería enseñarse a los técnicos de prevención y futuros gobernantes como ejemplo de todo lo que NO se debe hacer en la gestión de un incendio:

- Tener conocimiento de que no se puede repostar en el aeropuerto y no hacer nada.
- Permitir que se vaciara el embalse de Acanabre, a 400 m del conato, antes de la temporada de incendios.
- Desconocimiento total de la jerarquía de mando, no sabiendo ni quien era el director del plan.
- Permitir que los técnicos en extinción de incendios cogieran vacaciones en los meses de mayor riesgo.
- Permitir que todas las demás islas tengan una base de helicópteros del GES menos La Gomera.
- Permitir que se hayan producido más de 900 conatos en 30 años sin una sola detención.
- Rebajar el presupuesto para medios y equipos de extinción mientras se sigue gastando en cochinos, garrafones de vino y fiestas.
- Ser incapaz de organizar un voluntariado para labores de vigilancia, prevención, reforestación o extinción con población local.
- Dejar tirados a los propietarios de edificaciones quemadas, sin ayudas y sin posibilidad de rehabilitar sus casas por impedimentos administrativos.
- Solicitar la bajada de nivel antes la llegada de una ola de calor y con los rescoldos candentes, permitiendo que medios terrestres y aéreos abandonaran la isla.
- Dejar solos a los vecinos de Guadá apagando rescoldos después de la bajada del fuego.
- Ser incapaces de coordinar un sistema de trasportes por mar hasta que fue demasiado tarde.
- Dejar abandonadas las medianías y ser incapaces de promocionar la agricultura en una isla con un 30% de paro.
- Reírse de los gomeros con una comisión de investigación con la que sólo trataban de auto-exculparse.
- Ser incapaz de tramitar el Plan de Prevención y Extinción de Incendios Forestales, 30 años después del gran incendio de 1984 y dos años después del de 2012.
- Ignorar deliberadamente las conclusiones de la comisión de investigación del 84, riéndose así del sacrificio de los “Héroes de Agando”.
- Planificar la rehabilitación del CECOPIN dos años tarde (Se terminará para este invierno)
- Comenzar con la modernización de la flota de vehículos tarde. Esta semana se ha presentado una nueva autobomba a punto de finalizar la campaña.
- Reírse de los 3000 gomeros y amigos de la Gomera que nos manifestamos hace dos años en San Sebastián de la Gomera.

La mayoría de estas cuestiones y otras, se presentaron con registro de entrada en el Cabildo hace un año. No hemos tenido respuesta. Los gomeros seguimos sin respuestas. Cuando se es inocente da igual dar todas las explicaciones que se te pidan, cuando se es culpable vale más guardar silencio.

El pirómano no es sólo el que mete fuego al monte, pirómano es también el que no hace nada para detenerlo, el que mira para otro lado, el que reduce los medios, el que gestiona de forma nefasta,… Muchas cosas han mejorado en la Gomera desde los dos incendios, pero la más importante sigue sin resolverse: los pirómanos siguen sueltos, unos por los montes y barrancos, otros en los despachos.