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viernes, 29 de marzo de 2024 00:00h.

Emilio Calatayud: Que levante la mano el que nunca...

Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.

El juez de menores  granadino Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias ejemplares sustitutorias a las prisión por Servicios Sociales a la Comunidad  y a la reinserción efectiva a la libertad, ha venido a decir en su Blog, que:” levante la mano el que nunca  ha errado.

En el titular   encabezamiento con que el juez Emilio Calatayud viene a describir la realidad imperante,confiesa que:”no soy perfecto ni creo haya nadie que lo sea.

En mis charlas suelo hacer la siguiente petición: “Que levante la mano el que nunca ha conducido con una copa de mas, ha pagado algo en negro o se ha llevado algo del Corte Ingles o lo que sea. Y lo normal-sigue diciendo el ínclito e insigne magistrado- es que nadie levante la mano. Es lógico, todos cometemos errores, pero eso no nos convierte en delincuentes. La mayoría de los chavales que pasan por mi juzgado han cometido delitos. Pero no son delicuentes, y la mayoría de adultos que conozco le pasa  lo mismo”.

Reflexiones de todo un juez que sin apartarse de su deber profesional, interpreta  siempre dentro de la legalidad vigente esa oportunidad menos dolosas a favor de una Justicia mas justa, con aquellos
con quienes ha de impartir “la balanza”justiciera“.

Cientos de jóvenes que han pasado por el despacho o Sala de Vista del juez de menores granadino, han cambiado de actitud rebelde o delictiva, porque más que la Toga,su sabiduría y ejemplar manera de conciliación han hecho que esos jóvenes adolescentes lleguen a reflexionar y se hayan decantado por camino o ruta diferente.

Leemos de un amigo periodista opinando respecto a la encomiable y compleja labor de los jueces decir:“tienen un trabajo necesario  y muy duro, que le da un poder enorme.Y que por eso apunta-.espero de ellos hagan  cosas mejores que nadie.Con mucho mas cuidado”

Y en verdad que entendemos el loable trabajo de sus Señorias.
Pero asi como señalamos y reconocemos su gran hacer,en ocasiones no llegamos a entender del todo ciertas desiciones-respetables por supuesto-donde la privación de libertad llega a perturbar la
recuperación y mejora del “sentenciado” apto para convivir en sociedad.

De ahí que la filosofía o apuesta del juez de menores ,aclamado por sus desiciones humanitarias y al amparo de la Ley, la sustitución de la prisión, o entre rejas, no esté tan de imposible dentro de un Código Penal  que arrastra de lagunas y “severidad desproporcionada“.

Quienes se equivocan y son recuperables…;quienes sus perfiles carecen de ADN de maldita peligrosidad; tienen, debieran contar con el apoyo que no hemos sabido darle,o bien ,que a la hora de ser juzgados  tuvieran enfrente a todo un juez,que hace posible una Justicia   humana; una Justicia como la que imparte y juzga, el juez de menores Emilio Calatayud.  Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.