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sábado, 27 de abril de 2024 02:03h.

La Gomera y el agua

La Gomera obtiene un aprobado alto en cuanto a la calidad del agua, por encima de las demás islas del Archipiélgo

Desde hace algunos años Canarias se ha sumido en un largo y complicado proceso para actualizar sus planes hidrológicos. Y lo hace por mandato de la Unión Europea (UE) que se ha mostrado especialmente exigente en todo lo que tiene que ver con la planificación de este recurso.

El camino no es sencillo pero La Gomera ha hecho bien los deberes y hoy por hoy somos pioneros en la actualización de nuestros planes hidrológicos. Desde hace tiempo el Cabildo lleva a cabo este trabajo, no sin complicaciones, abriéndonos paso en medio de un importante número de leyes y copiosa documentación.

La semana pasada tuvo lugar un encuentro en el que todos los agentes relacionados con el agua en la Isla pudieron tomar un primer contacto con la labor que se está realizando desde el Cabildo. Y es que precisamente la participación pública es uno de los aspectos que más valora la UE y en el que también hacemos especial hincapié. De hecho, la mitad del calendario previsto para dar a luz a la planificación que abarca el período 2015-21, está ocupado por actividades relacionadas con la consulta ciudadana. Durante seis meses han permanecido expuestos los primeros documentos. En este tiempo ayuntamientos, comunidades de regantes, vecinos... todo el que quisiera ha podido conocer este trabajo y plantear sus primeras aportaciones. Pero habrá más oportunidades.

El calendario marcado apunta a que a finales de este año quedará aprobado el Plan que abarca los años 2009-15. Inmediatamente después se hará lo propio con el que llega hasta 2021. Esta aparente duplicidad es debida al procedimiento impulsado desde la UE que se ha mostrado especialmente exigente a la hora de hacer cumplir los plazos. Por ello, habrá un período en el que se producirá una superposición de planificaciones.

La Gomera obtiene un aprobado alto en cuanto a la calidad del agua, por encima de las demás islas del Archipiélgo. Los estudios determinan que tanto en lo que se refiere a los recursos hídricos subterráneos como a la franja que rodea a la Isla, su estado es inmejorable en el primer caso y muy bueno en el segundo. Desde hace años contamos con unos estupendos aliados; nuestros los agricultores que hacen un uso moderado de los abonos, principal enemigo de los acuíferos. Nuestro deber es concienciarlos para que siga ocurriendo así.

A raíz del debate abierto la pasada semana, pudimos comprobar que los habitantes de esta Isla somos sensibles a los problemas del agua. Pese a ser conscientes de que la naturaleza ha sido generosa con la Isla, éste es un bien que debemos mimar hasta el límite de lo imposible. Porque uno de los objetivos principales de esta planificación, como no podía ser menos, es garantizar la calidad de los recursos.

El desarrollo económico que experimenta nuestra Isla ha traído consigo, por ejemplo, que el consumo de agua se haya incrementado en un 5% debido al crecimiento turístico. No obstante, el uso agrícola sigue siendo con diferencia el primer demandante bruto hasta llegar al 60,5% del total. Incluso en los últimos años ha experimentado un crecimiento del 7,6%, quizás debido al retorno de los ciudadanos al campo por la crisis.

El encuentro, en definitiva, sirvió para tomar conciencia de que a partir de ahora debemos estar preparados para hacer frente a importantes retos. Por ejemplo, un previsto incremento del 11% en el consumo en apenas cinco años al que tendremos que dar respuesta sin mermar nuestros acuíferos y sin afectar a la calidad de nuestras aguas. Es evidente que cuanto más rico es este recurso, mayor es nuestra responsabilidad y con más rigor debemos extremar su cuidado.