El Cabildo de Gran Canaria alerta de que los fuegos son intencionados

El incendio de Santa Lucía fue potencialmente peligroso y se quedó a cinco metros del palmeral

La Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del Cabildo de Gran Canaria ha intensificado sus labores porque en lo que va de año ya se han superado los fuegos registrados en 2014, lo que indica una clara intencionalidad, si bien dado su alto grado de eficacia, confía en que sus pesquisas den fruto lo antes posible.
 
Este año está siendo claramente anómalo, puesto que mientras que en 2014 se registraron 25 fuegos, en poco más de seis meses de 2015 ya se han computado 32, de los cuales 24 han quedado conatos (menos de una hectárea de superficie afectada) y ocho han alcanzado la categoría de incendio (más de una hectárea).
 
Solo en las dos últimas semanas han ardido 5 hectáreas en San Lorenzo, 18 en Juncalillo, 16 en Cazadores y 21 en Santa Lucía, un incendio especialmente grave por la alta peligrosidad que presentaba tanto por las condiciones meteorológicas, como por la localización y orografía, lo que requirió una actuación rápida y muy intensa de los especialistas en extinciones forestales del Cabildo de Gran Canaria, institución competente de la dirección y extinción.
 
En este caso, los analistas de Incendios Forestales de la Consejería de Medio Ambiente explican que las llamas pudieron ser frenadas a cinco metros del caserío y palmeral de la Sorrueda, de haberlo alcanzado las proporciones del incendio habrían sido mucho mayores con potencial para llegar a la categoría de gran incendio (más de 500 hectáreas), pues el fuego hubiera caminado barranco arriba hacia el pueblo y barranco abajo hacia otras poblaciones.
 
Los especialistas en fuegos forestales de la Consejería de Medio Ambiente, integrados por las unidades presa, cuerpo de élite que es helitransportado a la cabeza del incendio para luchar a pie de llama, y por las unidades bravo, expertos que se trasladan por tierra a la cola del fuego, están preparados para salir hacia la incidencia de manera inmediata y reconocen que muchos fuegos no van a más porque los voluntarios de Protección Civil, situados en cada municipio, logran apagarlos antes de que supere los pocos metros cuadrados, una labor que consideran que hay que reconocer.
 
Para ello, estos voluntarios han sido formados por los especialistas del Cabildo de Gran Canaria y solo el año pasado extinguieron unos 40 fuegos que de esta manera no fueron a más, lo que se suma a su importante labor de logística y apoyo.
 
Entre tanto, ante una alerta, los helitransportados llegan al lugar en cuestión de minutos y a partir de esa envergadura, son los especialistas presa y bravo los que tienen la formación y el equipamiento necesario para luchar contra las llamas, unos por la cabeza y otros por la cola, si bien su labor suele pasar desapercibida para la población porque entran y salen por el aire y por zonas inaccesibles para el resto de los efectivos.
 
Cuentan para sus labores con el apoyo del Consorcio de Bomberos de Gran Canaria, de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana, cuya especialidad son los incendios urbanos e industriales, así como con el resto de cuerpos de seguridad y emergencias, como Guardia Civil, Policía Local o Nacional, coordinados desde el Centro de Coordinación Operativa Insular (CECOPIN) de Gran Canaria.
 
La investigación
 
También es responsabilidad del Cabildo de Gran Canaria emprender desde el momento de la declaración del fuego la investigación para desvelar la causa del incendio, normalmente por negligencias, salvo este año en el que la cantidad apunta ya a una clara intencionalidad, máxime cuando se producen de noche.
 
El Cabildo advierte de que los investigadores tienen un alto grado de eficacia y los culpables serán cogidos tarde o temprano y es que la Brigada de Investigación está integrada por seis agentes altamente cualificados, entre ellos geógrafos e ingenieros, aparte de licenciados en derecho, que trabajan con evidencias físicas y la huella que siempre dejan los incendios, a lo que se suman multitud de medios y pesquisas para concluir con la causa del fuego y, sobre todo, dar con el causante de poner en riesgo tantas vidas.
 
Una vez acotado el cerco, todo ello se pone en conocimiento de los Juzgados y la Guardia Civil realiza las detenciones oportunas.
 
Por todo ello, la Unidad Operativa de Fuegos Forestales (UOFF) de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, integrada por más de 230 personas, está en situación de máxima alerta y dispuesta para acudir a las alertas de manera inmediata y actuar con la contundencia que merecen estos hechos.
 
Colaboración ciudadana y de los medios de comunicación
 
Asimismo es importante la colaboración ciudadana en dos vertientes, por un lado poniendo en conocimiento de las autoridades cualquier actitud negligente o sospecha de la intencionalidad o posible causante de un fuego.
 
Por otro, es importantísimo extremar las precauciones, evitar las negligencias propias (barbacoas, quemas de rastrojos y trabajos con maquinarias, entre otras) y limpiar el perímetro de las viviendas rurales para que en caso de incendio haya opción de salvarla, ya que cuando está colapsada de matorrales, hojas o árboles próximos no se puede ni tan siquiera intentar salvar. La cultura de la prevención es fundamental.