Aguirre seguirá al frente del PP de Madrid contra el criterio de Génova

Indignación en el PP madrileño: "¡No ha pasado ni una semana tras su dimisión y ya quieren echarle! ¡Si ya ha dicho que se va!".

Las réplicas del terremoto que ha supuesto para el PP el sorpresivo abandono de la primera línea política de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se suceden sin descanso. Así, al vacío que supone para los populares la retirada de la voz que mejor conecta con las bases liberal conservadoras de la derecha española -precisamente en el momento en el que Aguirre encarnaba una imprescindible vía de conexión entre estas y el partido, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy, esgrimiendo su fatal herencia y el mal menor, se ha autoenmendado con subidas de impuestos sin olvidar episodios como el del ‘caso Bolinaga’), se le une la cada vez menos soterrada lucha de poder por su futura sucesión al frente de esta formación en Madrid. Tanto es así, que dirigentes nacionales del PP no ocultan su preocupación y más de uno sondea alternativas y aboga por un inmediato relevo en el partido, entre todo tipo de movimientos, pese a que ni siquiera ha pasado una semana desde su anuncio, tal y como lamentan con indignación fuentes del PP madrileño: “¡Si es que no ha pasado ni una semana tras su dimisión y ya quieren echarle! ¡Si ya ha dicho que se va!”.

Voces del PP relatan a este diario que la secretaria general de esta formación y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, llamó a Aguirre tras su dimisión apremiándole a una pronta sucesión en el PP madrileño, de forma expédita e interesándose por los plazos que tenía en mente. Todo, después de que la ex presidenta de Madrid hubiera manifestado que no veía con buenos ojos una ‘’bicefalia’’ entre el Gobierno de la Comunidad (donde ya estaba decidida la presidencia de Ignacio González con el plácet de Rajoy) y el partido, aunque su adiós en aquel bastión ‘’no será inmediato’’. Esta llamada, según las mismas fuentes, habría molestado a Aguirre, que ha pasado unos días de descanso junto a sus amigas en Ibiza. No hay prisa -no la que tantos pretenden- y Aguirre se resiste a la inusitada urgencia que muestran.
Desde el PP madrileño no dan crédito a esta conversación que, al margen de su contenido, no les consta. La enmarcan en la ‘guerra sucia’ por la sucesión y las prisas que determinados sectores, Génova incluída, muestran por el liderazgo del PP madrileño. A fuentes de la sede nacional del PP, por su parte, sí que les cuadra una conversación con este contenido, aunque “nunca en mal tono, se llevan muy bien”. Ni confirman ni desmienten esta llamada, aunque corroboran que ambas han estado “en contacto” y que en Génova “se considera que no hay que dejar pasar mucho tiempo” en el relevo.
Ahora bien, en el PP todos coinciden en que Rajoy ha encomendado a Cospedal esta sucesión, que abordará “contando con Esperabza, otra cosa es lo que Cospedal y Rajoy decidan”, puntualizan fuentes de Génova. Los populares madrileños consultados descartan ya que González se sitúe al frente del partido y apuntan a las declaraciones de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acerca de la necesidad de celebrar un congreso interno -que González no ve necesario, como la misma polémica interna, porque no tocaría hasta que Aguirre decida abandonar-, o a movimientos sobre nombres como el del presidente del Senado, Pío García-Escudero; la ministra de Sanidad, Ana Mato (ajenos a la biografía más cercana del ‘aguirrismo’) o la actual consejera de Educación, Lucía Figar, a quien “le están haciendo una faena”, según las mismas fuentes, que le ven en importantes puestos del Ejecutivo de González (además Figar, muy bien vista en Génova y el Gobierno, tiene una de las proyecciones nacionales más evidentes del PP, ha sido y es ministrable y, sobre todo, no se le ve contrariando los planes que pueda tener Aguirre).
Entretanto, se suceden las especulaciones y las filtraciones interesadas. Sobre todo, acerca de los motivos reales de la dimisión de Aguirre, apelando hasta a enfermedades diferentes al cáncer con el que ha lidiado que le harían estar ‘muy enferma’, y otras circunstancias familiares ante las que claman en el PP madrileño. Desmienten todos los rumores y lamentan la actitud de quienes los difunden. “Es que es miserable, no le dejan irse tranquila, como con María [San Gil]. Y eso que ha ganado las tres últimas elecciones con mayoría absoluta y ha ganado para el PP a 90 mil militantes”, concluyen.