Urdangarín también implicó en sus negocios a la hermana del Rey, la infanta Pilar

Urdangarín también implicó en sus negocios a la hermana del Rey, la infanta Pilar
Esos e-mails, incorporados ya al sumario que instruye el juez José Castro, han dejado en una situación muy comprometida a su esposa, la infanta Cristina de Borbón, y al mismísimo Don Juan Carlos.

Iñaki Urdangarín exprimió al máximo su agenda de contactos y su privilegiada condición de yerno del Rey para hacer caja en organismos públicos y empresas privadas. Y cuando fue necesario no dudó en mezclar a la familia política en sus oscuros negocios. Los correos electrónicos que su antiguo socio, Diego Torres, entregó al juez la semana pasada ponen al descubierto que el duque de Palma recurrió incluso a la hermana de Don Juan Carlos, la infanta Pilar de Borbón, para que le ayudara a captar fondos.

Esos e-mails, incorporados ya al sumario que instruye el juez José Castro, han dejado en una situación muy comprometida a su esposa, la infanta Cristina de Borbón, y al mismísimo Don Juan Carlos. Sobre todo porque la Casa del Rey ha repetido hasta la saciedad que en 2006 ordenó al duque de Palma romper todos sus vínculos con el Instituto Nóos y con el propio Torres. La correspondencia electrónica intercambiada por los entonces socios prueba todo lo contrario: que el monarca y la infanta Cristina hicieron gestiones en favor de Urdangarín mucho después de aquella fecha.

Pero no fueron los únicos. El ex jugador de balonmano y todavía consejero de Telefónica también pidió a la hermana mayor del Rey, la infanta Pilar, que le ayudara en sus negocios. Y ésta, según fuentes conocedoras del sumario consultadas por El Confidencial, se prestó gustosa a ello. Pilar de Borbón, al menos hasta el estallido del caso Urdangarín, siempre ha sentido una especial predilección por su sobrino político, sostienen fuentes cercanas a La Zarzuela.

En uno de los e-mails entregados por Torres al juez Castro, fechado el 17 de noviembre de 2005, Juan Pablo Molinero, entonces empleado del Instituto Nóos, informa detalladamente a Urdangarín de las gestiones ya realizadas, y las aún pendientes, para impulsar la celebración en Valencia de unos Juegos Europeos, por los que la Generalitat de Francisco Camps se comprometió a pagar cinco millones de euros a Nóos. El mensaje lleva el encabezamiento "Recapitulación reuniones primera fase", y según las fuentes consultadas hace referencia a los numerosos encuentros que el duque de Palma mantuvo en el otoño de 2005 con personalidades del deporte y la política para que respaldaran su proyecto de unos Juegos Europeos en Valencia.

Bajo el epígrafe "entrevistas ya realizadas", se cita, entre otros, al ya fallecido ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch; Leopoldo Rodés, empresario, mecenas del arte y ex presidente de la candidatura de Barcelona 92; Jaime Lissavetzky, entonces secretario de Estado para el Deporte, y la infanta Pilar de Borbón. Junto al nombre de la hermana del Rey, este apunte: "Cena pasado día 15".

 

Contactos con el olimpismo

Urdangarín recurrió a la hermana del Rey no sólo por sus lazos familiares con Don Juan Carlos, sino por sus excelentes relaciones con la cúpula del olimpismo. La infanta Pilar preside actualmente la comisión de asesores de la candidatura Madrid 2020, fue miembro del COI, representó a la Familia Real en la ceremonia de apertura de Sydney 2000 -los últimos Juegos en los que participó Urdangarín- y fue presidenta de la Federación Hípica Internacional. El duque de Palma, según las fuentes consultadas, pidió a su tía política que hiciese valer su influencia y contactos para que el COI diese su visto bueno a los Juegos de Valencia.

El 23 de diciembre de 2005, poco más de un mes después de haber recibido ese e-mail, Urdangarín firmaba el convenio por el que la Generalitat se comprometía a pagar cinco millones de euros al Instituto Nóos si lograba que Valencia fuese la sede de los I Juegos Europeos. El nombre del entonces conseller del Gobierno valenciano, Esteban González Pons, que estampó su firma en el convenio -y que ha sido citado a declarar como testigo por el juez Castro-, también figura en el mencionado correo electónico.

Molinero recuerda a Urdangarín en ese e-mail que el éxito de esos Juegos Europeos -que jamás llegaron a celebrarse- dependía en gran medida del apoyo del ahora vicesecretario general del PP. Los planes del yerno del Rey pasaban por promocionar su proyecto deportivo en la edición anual de 2006 del Sport Accord, una cumbre de las federaciones internacionales de deportes olímpicos, y la presencia en ese evento dependía en gran medida del respaldo económico de la Generalitat.

"Pendiente de que el conseller Esteban González Pons dé el OK para proceder a la formalización de la reserva del stand", advertía Molinero a sus jefes en el correo electrónico. El precio del stand, según consta en el mensaje, fue de 28.000 euros, cantidad a la que se sumaron los gastos de decoración, azafatas, material promocional, merchandising, viajes, alojamiento y manutención del personal.