Arranca el Campamento de Verano con una visita a “La Molina Vieja”

Alcibiades García, propietario de la Molina de Gofio, recibió a este primer grupo de chicos que participan en el Campamento de Verano en el Aula de la Naturaleza de El Cedro.

Alcibiades García, propietario de la Molina-Museo de Gofio conocida como “La Molina Vieja” y que se ubica en el barrio de Las Rosas en el municipio norteño de Agulo, recibía en la mañana de hoy a un grupo de cuarenta y un niños que participan en las Actividades que se llevan a cabo en el Campamento de Verano del Aula de la Naturaleza este verano y que hoy comenzaba.

Esta primera actividad, ha servido para que los chicos tomen conciencia de la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones y conocer, o más bien participar, en el proceso de la elaboración del Gofio artesanal que en “La Molina Vieja” aún se mantiene.

Los chicos comenzaron su visita escuchando atentamente a las explicaciones  de Alcibiades sobre cómo es una “jornada de molienda” en su Molina y cuáles son los pasos que debe seguir el molinero durante el proceso.

Para comenzar les indico que antes de proceder al encendido del motor Diésel que mueve las piedras de la Molina y que convierten el grano tostado en el rico y rubio manjar; el motor ha de calentarse con una llama durante aproximadamente una media hora para a continuación proceder a su arranque mediante una manivela .

Mientras el motor se preparaba para poner en marcha la Molina, los chicos participaron del tostado manual del millo; una tarea que se realiza en el tradicional “tiesto” con arena y ayudados del “juercan” (Vara con una pelota de tela en un extremo, para revolver el grano en el tostador) que remueve el grano a fin de darle su punto de tueste y evitar que se queme.

Tras el posterior cernido con la “zaranda” tradicional y su vertido en la tolva de la Molina, el grano está listo para añadirle las sal, que acostumbra hacerse a gusto del cliente y otras a juicio del molinero,  los chicos esperaban expectantes el momento en el que el Gofio comenzaba a hacer aparición en “la boca” de la Molina; ese canal de madera en el que se fija la saca que recoge el preciado alimento y en la que a su vez, el molinero comprueba la fineza de la molienda y retiene el gofio para realizar el cambio de bolsa que recoja lo molido.

La jornada terminó con el tradicional cernido en cedazo y el posterior enlatado del gofio como se hacía antaño, aunque en esta ocasión, parte de la molienda fue distribuida por Alcibiades entre todos los niños que se llevaron como recuerdo de su visita, aparte de lo vivido, una bolsa de gofio con la que comenzar a disfrutar de un desayuno sano.

La visita también sirvió para que los niños del Aula de Verano, conociesen otras actividades que realizaba el molinero en su Molina como la de arreglo de zapatos, reparación de aperos de labranza, artesanía de madera, entre otros y de las que Alcibiades conserva en su Molina una más que rica muestra de útiles y herramientas que el molinero contaba para su realización.

Toda una actividad edificante  e instructiva a la par que divertida es la que han tenido la oportunidad de disfrutar estos chicos de “la era de la tecnología”; una visita a nuestro pasado que Alcibiades García lucha por mantener en el presente.
“El molinero”,  tras la despedida de hoy, ya se prepara para la futura visita a su Molina Vieja por la que quedan por pasar unos 120 chicos más.