Hermigua despide emocionada a su cura párroco, David Rodríguez

David Rodríguez Martin, cura-párroco de Hermigua y Agulo deja una imborrable huella de su gran trabajo pastoral en ambos municipios.

El 18 de marzo de 2015, las Parroquias de Hermigua y Agulo daban la Bienvenida al el neo-presbítero David Rodriguez, quien en ese momento pasaba a ser el párroco de sendas Parroquias donde comenzaría a ejercer su gran trabajo pastoral que ha dejado profunda huella en ambos municipios y en sustitución de su antecesor, don Sixto Pérez González quien, también se distinguió por su gran labor pastoral durante los seis años que duró su ministerio en las citadas Parroquias.

El Padre David Rodríguez, supo ganarse desde el principio, el cariño de los vecinos de ambos municipios tanto de aquellos que tradicionalmente asisten a las celebraciones litúrgicas como de aquellos que no practican la fe católica ni asisten frecuentemente al Templo.

David fue ordenado presbítero en la parroquia de Los Remedios de los Llanos de Aridane el pasado ocho de febrero. Nació en Inglaterra en 1986, vivió uno tiempo en Tijarafe y luego en Los Llanos de Aridane.

Tras formarse en el colegio de Nazaret, en Los Llanos, participó en grupos de iglesia y montañismo, y se trasladó a Tenerife a estudiar la diplomatura de Empresariales. Vinculado a la parroquia Nuestra Señora de Las Nieves, en Finca España, ha sido catequista y animador en el grupo de jóvenes.

Ayer y, durante la celebración de la Santa Misa en Honor a Santa Rita, el Templo de Santo Domingo de Guzmán que congregó cientos de fieles; David Rodríguez recibía la emocionada despedida del Coro Parroquial, de la Asociación Musical Ntra. Sra. de la Encarnación, de las cursillistas y catequistas así como del Grupo Folklórico Balcón de Liria, y la de los vecinos de Hermigua de los que muchos derramaron alguna lagrima de emoción y tristeza por su marcha.

El Ayuntamiento de la Villa de Hermigua, y de la mano de su Alcalde , Pedro Negrín y su Primer Teniente de Alcalde, Juan Ramón Pérez, quisieron , en nombre del municipio, reconocer públicamente su labor pastoral y de entrega a los demás, para lo que le hicieron entrega de numerosos presentes que llevan todos un denominador común: cariño y afecto.