Precísa despedida pero no definitiva.

Sin mí, GOMERA ACTUALIDAD, seguirá triunfante en el feliz derroteo de su tan subrayada buena marcha. ¡Bueno fuera que no! El mérito de todos los actos humanos suele valorarse por la buena intención que los inculquen. Si pensáramos antes de actuar, no tendríamos que “pensar” después de actuar.

Sin mí, GOMERA ACTUALIDAD, seguirá triunfante en el feliz derroteo de su tan subrayada buena marcha. ¡Bueno fuera que no!

El mérito de todos los actos humanos suele valorarse por la buena intención que los inculquen. Si pensáramos antes de actuar, no tendríamos que “pensar” después de actuar. Con añadida generosidad, admitidas han sido aquí mis amplias crónicas, ripiosas rimas y las ya aventuradas opiniones que, todavía, circulan figurando dentro de este privilegiad RINCÓN, que tan esplendidez, me ha sido estipulado. Si realismo es vivir como se piensa y llamar las cosas por su nombre, en esta ocasión, me veo obligado a presentarles mis más espontáneas disculpas, al tener que comunicarles que, por un extendido espacio de tiempo, crónicamente, he de permanecer totalmente alejado de este agradable y afanoso Digital.

Ineludibles obligaciones familiares, atendiendo a sensibles nietos, y, en plan de imperiosas vacaciones forzosas, estaremos completamente alejados de electrónicas computadoras, interesantes mensajes y renovadas opiniones. Pero, el presente y el futuro, tienen sus exigidas conveniencias y exclusivas características. Lo que se nos consiente vivir al día, lo palpamos, lo vemos y reflexionamos. Del incierto futuro, con toda su notoria sapiencia, ni el mago Mandrake, ni el gran Médico Chino, serían capaces de poder suministrarnos la pertinente y codiciada fantástica fórmula para intentar prevenir malévolos daños o recónditos detrimentos a recibir.

Lo que sí me aventuro a comprometerme con todos ustedes, es con la invariable buena intención de que, una vez libre de los vigentes compromisos adquiridos, cuando así el tiempo nos lo permita, seguiremos bombardeándoles con mis acostumbrados y semanales rollazos de juiciosos acontecimientos. Mientras, mi pública gratitud franca, clara abierta y de corazón, para nuestro dinámico buen Director, JOSÉ ANDRÉS MEDINA, por la fraternal acogida que, sin ninguna clase de peros ni reparos, de continuo, ha sabido dispensarle a todos mis cursados artículos.

¡Otro tanto y mucho más, para los considerados atentos lectores que han tenido la soberana entereza de seguirme a lo largo y ancho de estas páginas, con la seria amenaza de que procuraremos, lo antes posible, continuar con el invariable propósito de acorralarles al máximo, dándoles la tan pesada joroba de la más desprendida y entrañable amistad!

EL TIEMPO CORRE QUE VUELA Y, MUY PRONTO, NOS VEREMOS.

¡YA, ME LO DIJO MI ABUELA: “ES BIEN LINDA, LA GOMERA Y,

CON TIEMPO, VOLVEREMOS! , Y ES BUENO QUE DESCANSEMOS”!