Cuestión de educación

Son infinitas las citas que se han escrito a lo largo de la historia de la humanidad en clara referencia a la educación como llave esencial para abrir la puerta al conocimiento, al pensamiento crítico y por supuesto, a la libertad. 

La educación es el pilar sobre el que se debe construir toda sociedad moderna. Es una inversión de presente y futuro que nos aporta plenas garantías de desarrollo, por lo que todo Gobierno, independientemente de sus colores políticos, debe garantizar una educación gratuita y universal, que sea inclusiva, equitativa y de calidad, con el objetivo de igualar el acceso a las oportunidades a la ciudadanía en conjunto. 


Estos días la palabra libertad ha resonado en Madrid hasta la saciedad, y bien es sabido que cuando un vocablo se repite en incontables ocasiones llega a perder su significante y significado, provocando una confusión en el receptor. No debemos caer en la glotonería lingüística atiborrándonos de conceptos con tintes populistas que restan importancia al verdadero sentido de la palabra. Podríamos decir que estas apropiaciones indebidas de una de las palabras más bellas de nuestra lengua, por lo que su propio significado encierra, se eliminan de un plumazo a base de más educación. 


Por eso, los Gobiernos comprometidos de forma real con la sociedad y con el futuro de nuestros hijos y nietos no escatimamos en gastos a la hora de invertir en educación, en un claro convencimiento de que hasta el último céntimo que se destine a este servicio esencial digno de todo Estado de bienestar será revertido con creces en la sociedad. 


Por eso, en el Cabildo de La Gomera hemos invertido en los últimos tres años cerca de 8 millones de euros en nuestros estudiantes, a través de diversas iniciativas y acciones que contribuyen a facilitar el acceso a la enseñanza básica, secundaria y superior. El alumnado de La Gomera precisa de las becas de estudio en mayor medida debido a los propios condicionantes de las Islas que obligan a nuestros jóvenes a tener que trasladarse a Tenerife o Gran Canaria para cursar sus estudios superiores. Es por ello que las becas adquieren especial protagonismo en nuestras políticas, pues destinamos cerca de 3 millones de euros a unos 3.792 estudiantes becados.


Es del todo justo asegurar que estos datos reflejan nuestro firme compromiso por acercar la educación a todos los rincones de nuestra Isla y ello nos sitúa como una de las administraciones canarias que más recursos dedica por estudiante, con una media de 1.141 euros.  Somos conscientes del enorme poder que tiene la educación para mejorar la vida de la ciudadanía, por lo que esta materia, junto al bienestar social, el fomento del empleo y la sostenibilidad, son los grandes protagonistas en nuestras cuentas insulares, a los que dedicamos el gran grueso de nuestros recursos disponibles. 


Nuestros jóvenes y sus familias pueden estar tranquilos, pues las políticas insulares encaminadas al fortalecimiento de la educación no mermarán un ápice, manteniendo vigente siete ejes de cooperación con el alumnado, ya que además de las becas al estudio, se suman las destinadas al programa Erasmus, a convenios con las universidades públicas canarias y la UNED, así como las ayudas a la adquisición de libros de texto y las destinadas a facilitar la movilidad a través de diversos bonos transportes.


La llave para abrir la puerta a una sociedad con mayor justicia social, bienestar y con oportunidades para toda la ciudadanía no está lejos de nuestro alcance, como dije al principio de este artículo, es una mera cuestión de educación. Es el momento de estar al lado de nuestros jóvenes. Apostar por las nuevas generaciones y garantizar que la educación siga siendo la fortaleza de la sociedad.