Un gran hogar para nuestros mayores

Hace algunos meses aproveché esta columna de opinión para transmitir la importancia que bajo mi punto de vista tiene el proyecto que pretende convertir el antiguo Hospital Insular en una gran residencia para mayores.

Creo que nadie en su sano juicio y con un mínimo de sensibilidad social puede rechazar esta idea. Nuestros mayores se merecen lo mejor de lo mejor. No aceptarlo así por motivos mercantilistas o de cualquier otro tipo resulta cruel. Es más supone un ejercicio de egoísmo en el que les puedo asegurar que nunca nos van a encontrar a los verdaderos socialistas.

 

Por el contrario donde sí estaremos siempre es en la senda que recorren todos aquellos que quieren honrar a sus mayores y ofrecerles las mejores condiciones posibles de vida para que pasen los días de su tercera juventud. La reconversión del antiguo Hospital en residencia es, en estos momentos, la mejor alternativa para rendirles un justo homenaje a nuestros mayores y dependientes. Y estoy seguro de que la respuesta que nos ofrecerán ellos a cambio sólo puede pasar por el agradecimiento. Sobre todo cuando hablamos de una generación a la que le tocó vivir unos momentos especialmente duros. Una generación que, por lo tanto, sabe apreciar como ninguna otra cualquier gesto de solidaridad y de generosidad y además agradecerla con sinceridad.

 

Desde La Gomera hemos dado prueba en multitud de ocasiones de que los mayores para nosotros suponen un tesoro de valor incalculable. La Isla cuenta con cinco dependencias en las que son atendidos casi 135 ancianos de los que 114 son internos y 21 ocupan la residencia durante el día. Hace escasas fechas adquirimos un minibús de 9 plazas para trasladar a los mayores al nuevo centro de Alajeró, el último en abrir sus puertas. Como ven no sólo no estamos contando con los dedos de la mano cuánto nos cuestan estos servicios, sino que muy al contrario, damos por bien empleado el dinero que con racionalidad gastamos.

 

En este contexto desde el grupo de gobierno de Cabildo tenemos la voluntad irrenunciable de sentar las bases para que este hogar se haga realidad. Y además queremos que así ocurra lo antes posible. En el pleno del pasado viernes dimos ya un paso concreto. Sometimos a la consideración de los consejeros el estudio de viabilidad, fase previa a la convocatoria del concurso. La fecha no podía ser más oportuna; ayer sábado celebramos en Hermigua el VIII Encuentro Insular del Mayor. Por lo tanto queda claro: La Residencia es ya un proyecto imparable. Ha dejado de estar en las nubes de lo posible y comienza a descender al mundo de la realidad.

 

A principios del pasado mes de junio presentamos la iniciativa al Consejo de Mayores y el aplauso fue unánime. Es más, los componentes insistieron en que debemos acelerar todos los trámites para que abra sus puertas, mejor hoy que mañana. Y es que resulta imposible encontrar argumentos para oponerse a un centro en el que un centenar de residentes contará con una unidad de atención a personas con demencia, con trastornos de conducta, de atención especializada y de estimulación cognitiva. Aparte dispondrán de servicio médico, lavandería, enfermería, terapia ocupacional, fisioterapia y rehabilitación, atención psicológica, asesoramiento familiar, animación sociocultural y envejecimiento activo, de trabajo social, podología, peluquería y estética y asistencia religiosa. Toda una amplia cartera de servicios a un precio muy razonable de 1.477,5 euros mensuales por residente y de 713,42 por plaza de centro de Día. En cualquier caso los mayores aportarían el 75% de sus pensiones y el resto se cubriría a través de fondos públicos. 

 

El estudio de viabilidad aprobado el viernes determina que el centro resulta rentable, creará medio centenar de puestos de trabajo y permitirá recuperar un edificio de 4.000 metros cuadrados que hoy está en desuso. Los datos son claros: estos momentos de los 21.500 habitantes de la Isla, 4.450 son mayores de 65 años, lo que implica el 21% del total, mientras que la media nacional se sitúa en el 16%. De esta cifra casi 2.000 ancianos tienen algún tipo de dependencia. Según los números que manejamos en 2019, La Gomera contaría con 6.000 habitantes mayores de 65 años. Mire por donde se mire hablamos del proyecto más importante en el que se embarcará el Cabildo en décadas. Y de ahí nuestro empeño irrenunciable en seguir adelante y convertirlo en una realidad. Y además hacerlo tal y como se nos demanda desde la sociedad, mejor hoy que mañana.