Un turismo con pasado, presente y futuro

El auge llegó en la década de los sesenta, vinculado al despegue turístico que protagonizó la clase media. Sin embargo, las islas destacaron desde el siglo XIX, cuando el archipiélago despuntó como lugar de vacaciones para mejorar la salud.  

 

El turismo en Canarias tiene un largo recorrido. Existe un pasado y hay también un presente, que nos permite mirar con optimismo al futuro. El sector, consolidado como el principal motor económico de Canarias, ha sido un auténtico balón de oxígeno en estos tiempos de crisis, en los que ha llegado a registrar sus mejores cifras.

Innegable es la influencia de la coyuntura internacional, frente a la que destaca la seguridad de las islas, pero más allá de las razones, lo cierto es que Canarias recibió cerca de 15 millones de visitantes y el volumen de negocio llegó a unos 16.500 millones de euros a lo largo de 2016. Según cifras del Gobierno, cuatro de cada diez euros del Producto Interior Bruto (PIB) regional proceden del turismo.
 
Los números son sobresalientes y certifican que Canarias ha sido la región de Europa mejor valorada por los viajeros de entidades de reconocido prestigio como TripAdvisor que, además, han estimado sobremanera la oferta de La Gomera.

La isla colombina ha despuntado entre las opciones preferidas por los visitantes – la isla registró en 910.000 pernoctaciones y la estancia media superó la regional, al situarse en 11,4 días en 2016 - Pero aún es posible mejorar, de ahí que hayamos diseñado una estrategia para cualificar la oferta y elevar el gasto por turista.
 
La campaña “La Gomera, in all senses” se ha diseñado para conseguir que los ingresos y los beneficios turísticos alcancen y se redistribuyan entre todos los  sectores productivos insulares. Se apuesta por invitar al visitante a disfrutar con la vista, el gusto, el tacto, el oído y el olfato los paisajes formados por los barrancos, la laurisilva, las playas, los senderos, una gastronomía y una artesanía única o dejarse envolver por el remanso de paz y sosiego que caracteriza nuestro territorio.

Con este panorama acudimos a Fitur, con más razón en este Año Internacional del Turismo Sostenible, que es el que promulga La Gomera. Pero es que, además, se trata de la feria turística más grande de cuantas se celebran en España, y la promoción resulta imprescindible para asegurar la vitalidad de esta fuente de ingresos y, por tanto, de riqueza y empleo. 

Cobran especial importancia también iniciativas de modernización y adaptación de la oferta a la demanda o normativas como la Ley Turística para las Islas Verdes, pues la ordenación de la actividad debe ajustarse a las particularidades de cada territorio.

No es igual el modelo de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura, que el de La Palma, El Hierro o La Gomera, aunque todas y cada una debe beneficiarse por igual de la máquina que mueve la economía regional. Así lo ha defendido Agrupación Socialista Gomera (ASG), con el único objetivo de salvaguardar  las particularidades que nos caracterizan.
 
Estamos convencidos de lo mucho y bueno que todas y cada una de las islas tiene que ofrecer; convencidos de que formamos un conjunto muy ventajoso, y convencidos también de la igualdad de oportunidades que debe regir en toda Canarias, tal y como favorece la referida normativa. 

Todos con las mismas opciones y todos unidos para conservar lo que nos distingue y brindar al viajero una oferta atractiva y diversa, no para seguir elevando el número de llegadas, y sí para asegurar la calidad y los ingresos que corresponden a nuestra posición privilegiada en el mercado turístico.