Al alba, venceré

Carlos P. Simancas
Turandot puede ser una analogía perfecta a lo que estamos viviendo y padeciendo. Pero vamos por partes.

Algunos de ustedes me pidieron que escribiera algo. Cosa que me asombra y me llena de pudor, no esperaba tanta repercusión. Gracias por leerme y hacérmelo saber. Pero la verdad, es que estoy en shock, como si estuviera viviendo algo irreal o dentro de un sueño delirante. Realmente,no sabía que decir hasta que vi muchas publicaciones con el' Nessum Dorma' de la ópera de Puccini, interpretado magistralmente por Pavarotti.

Esa canción puede ser una metáfora perfecta para estos tiempos extraños. Vale, es en China pero los tiros no van por ahí. Realmente van porque en la noche mientras la muerte ronda por las calles, encarnada en la guardia de la princesa, Calaf intenta por todos los medios ganar tiempo para vencer a la princesa Turandot. Hay amor, intriga y sacrificio. Creo que en esas estamos.

Y Calaf sería nuestro servicio sanitario, la verdadera línea de defensa que combate a la guardia imperial, que va con sus afiladas hojas paseando por las calles en busca de inocentes, a quien asestar un mandoble. La guardia sería pues, ese bichito cabrón que se expande a saltamatas. Estamos en tiempos de zozobra pero a la vez de esperanza.

Estamos en tiempos de incertidumbre pero a la vez de solidaridad. Estamos en peligro, sí, pero a la vez nos apiñamos y apretando dientes decimos: ¡No podrás! Amigos, de toda crisis se sale, tenemos una oportunidad para empezar un mundo nuevo. Más justo, equitativo donde seamos una verdadera fraternidad. Afrontamos el tema del coronavirus ya como especie y de manera global.

Recuerden que somos la especie que escribió el Quijote, que compuso los nocturnos de Chopin o que dominó al átomo entre muchísimas cosas. Somos una especie compleja, extraña, capaz de las peores vilezas pero también, capaz de las obras más sublimes. Si tuviera que ceñirme a un momento histórico para decir lo que siento sería "La carga de los tres reyes", en las Navas de Tolosa.

Arremeter con lo queda en el campo de batalla y "in extremis“, llevarte por delante a un enemigo superior en número y que te estaba ganando. Cargar con el ánimo del que no tiene ya nada que perder. Ese sería mi momento histórico para comprender que haremos. Amigos, estamos en un momento difícil, pero estamos juntos en ésto.

Esta mierda de enfermedad no podrá con nosotros. Podrá ponernos de rodillas, asustarnos y arrinconarnos pero no nos vencerá. Arremeteremos con todo y ganaremos. Por mucho que la ruinosa enfermedad nos aceche en esta fría noche, habrá un amanecer y al igual que en la ópera gritaremos aquello de:

Disípate, oh noche! ¡Tramontad, estrellas! ¡Tramontad, estrellas!
¡Al alba venceré!
¡Venceré! Venceré!.

Recordad que estamos juntos y juntos saldremos de ésta.

Carlos Jesús Pérez Simancas