Las Escapadas de Tono

En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad, hoy escribo sobre un tema que todas las madres y padres que tenemos hijos/as con DC conocen muy bien. Las escapadas que hacen, quizás no todos pero si la mayoría que tienen autismo.

En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad, hoy escribo sobre un tema que todas las madres y padres que tenemos hijos/as con DC conocen muy bien .
Las escapadas que hacen, quizás no todos pero si la mayoría que tienen autismo.

Las Escapadas de Tono
Primera escapada:

Tono cuando comenzó en el Centro Luria a sus terapias fue cuando hizo los 7 años y tal como nos aconsejó la Dra. Antolín pasó de Oviedo a Avilés.
Él tenía estereotipias, le gustaba mucho girar un objeto y al mismo tiempo aletear al compás del movimiento.
También dependiendo de la clase de ruidos, se tapaba los oídos, si eran voladores se metía en el baño o la habitación con los oídos tapados y se asustaba, otros ruidos sin embargo no le molestaban.

Al año comenzó a andar y controlar esfínteres a los tres años, habló sobre sobre los dos años y medio o tres, no recuerdo bien. Lo que me llamaba la atención es que él hablaba correctamente, una vez comenzó a tartamudear y andar de puntillas. Pero fue durante un tiempo y aquello paso.

El aleteo todavía a día de hoy cuando escucha música o está viendo un video de carreras de coches aletea al mismo tiempo que emite sonidos, y también desde hace como dos años murmura en voz baja.

Ahora voy hablaros de las escapadas de Tono, la primera que hizo fue en casa, se levantó y se marchó en pijama a la tienda de una tía suya, ella abría la tienda temprano para preparar bocadillos a los obreros que iban a trabajar. Para llegar a la tienda tuvo que cruzar la carretera general, menos mal que ya desde bien pequeño le enseñé que había que cruzar cuando el semáforo se pusiera de color verde, para que él entendiera mejor le decía, cuando el muñeco se ponga verde es cuando se puede cruzar, en rojo nunca se hace porque te pilla un coche

Él es muy sigiloso y no nos enteramos, tampoco lo esperábamos porque nunca lo había hecho, llegó mi cuñado a decirnos que Tono estaba en la tienda, no recuerdo la edad que tenía pero creo que siete u ocho años. La puerta de la calle tenía un pomo y allí mismo un seguro, no era de cerradura. Lógicamente cambiamos la cerradura y la pusimos para que se pudiera cerrar con llave y guardarlas por la noche no fuera que le diese otra tentación de hacer una escapada nocturna o diurna. 

Cuando era pequeño no tenía sentido de peligro y había que estar muy atentos porque le podía ocurrir cualquier contratiempo. Una vez me dijo, voy a volar como Superman y salgo por la ventana, imaginaros como me quedo el cuerpo…

Segunda escapada:
Recuerdo que fue el día del funcionario (Santa Rita)

Estaba en el colegio ordinario y pidió permiso para ir al baño y se escapó, me llamaron por teléfono para decírmelo, la maestra tenía un buen disgusto, ese día no estaba el conserje por el motivo arriba expuesto, y cuando vieron que no regresaba al aula lo comenzaron a buscar por todos los sitios.

Movilizamos a la guardia civil y muchos vecinos comenzaron a buscar por los alrededores, el padre se fue con el coche al pantano porque lo solíamos llevar y también a casa de su abuela paterna, yo estaba en casa pendiente del teléfono, cuando después de dos horas me llaman del Centro Luria (Avilés) donde él acudía semanalmente  a clases de psicomotricidad, logopedia y psicólogo.
Me dicen que llegó todo sofocado, tapándose los oídos porque tiraban voladores, cuando le preguntan por mí, él les dice que mamá está en casa.

Desde el colegio de las Vegas (Corvera) hasta Avilés hay unos cinco kilómetros y él no tenía más de siete u ocho  años.
Se fue andando cruzando carreteras con el peligro que eso conlleva. A la noche ya en casa yo le pregunté ¿Pero Tono cómo te arreglaste para cruzar cuando te fuiste al Centro Luria? Y me dice; cruzaba por los semáforos cuando se ponían verdes.

Tercera escapada:  
Esta fue estando de campamento con una asociación, al parecer se levantó de la cama y estuvo vagando por el monte, en pijama y descalzo, lo encontró un señor que fue quien dio la voz de alarma, De esto me enteré de casualidad el día que lo fui a visitar donde estaba de campamento, nadie nos avisó.

Cuarta escapada:

Cuando comenzó al Colegio de Enseñanza Especial en San Cristóbal (Avilés) iban en un Alsa que los recogía,  en la parada correspondiente. Al principio lo acompañaba hasta la parada porque tenía que cruzar la carretera y me daba miedo que lo pillara un coche. Siempre le decía que tenía que esperar a que el semáforo estuviera verde para cruzar y aún así debería de mirar  en ambas direcciones.

Un día le pregunte que si le gustaría ir solo a la parada y me contesto que si:
-Tono tienes que acostumbrarte porque si un día estoy enferma y no te puedo acompañar y tu padre tampoco porque está trabajando, si tú adquieres autonomía lo puedes hacer, eres ya mayor y sé que lo harás perfecto.
Si mamá yo lo puedo hacer, me contesto todo contento

Al día siguiente cuando salió para la parada me fui detrás sin que el me viera.
Cuando llegó al portal abrió la puerta y cuando llego a la carretera   espero a que el semáforo se pusiera verde y cruzó tranquilamente, llegando a la parada sin ningún contratiempo.
Al regreso tampoco le fui a buscar porque a pesar del temor que sentía, decidí que era hora de ir soltando amarras.
Llego pletórico, - mamá lo he hecho bien 
Claro cariño! Eres un campeón  

Él sabe perfectamente donde vive, el piso y la letra, porque siempre he trabajado al menos lo más elemental para su autonomía.

Retomando el hilo…Un día de los que se fue a la parada, como a la hora de haber salido, llaman al telefonillo y me dicen:
Buenos días, soy la policía ¿puede bajar un momento?
Yo pensé que mi marido había tenido un accidente (había marchado de viaje esa misma mañana) pero me dijeron –tranquila baje y le decimos… Os podéis imaginar lo que me paso en un momento por la cabeza…
Bajo al portal y cuando abro la puerta veo a Tono metido en un coche de la policía local 
-Pero ¿cómo está ahí Tono si tenía que estar en el colegio?
Los policías muy ambles me dijeron que cuando iban por la carretera de los Campos, ven a Tono que iba haciendo la misma ruta que hace el Alsa cuando los lleva al colegio.
Ellos se bajaron del coche y le dicen; A dónde vas caminando por aquí
-Voy para el colegio San Cristóbal

Anda sube al coche que nosotros te llevamos (yo siempre le digo que si hace algo inadecuado la policía lo lleva para el cuartón) y cuando la policía le dijo que se subiera que ellos lo llevaban él se mostró muy poco receptivo a la invitación. 
-Anda sube que no pasa nada, te llevamos primero a casa para que tu madre este tranquila.

Así culminó su cuarta escapada. La directora del San Cristóbal me dijo – Madre mía cuando vimos a Tono llegar en el coche de la Policía alucinamos; -pero qué armaría Tono? 
 

Quinta escapada: 

Esta vez el susto lo llevaron mis padres, Tono por el verano se iba con ellos unos días a Colloto.
Ese día mí padre fue con él y otros nietos a Las Fogueras a casa de una hermana, todos llevaban bicicleta, pero Tono cuando le pareció se marchó en la bicicleta sin avisar. Cuando se dieron cuenta ya Tono estaba lejos. Ese día los que se movilizaron fueron los vecinos de Colloto, a mi madre y mi padre casi les da un infarto, mi padre decía que si no aparecía se quitaba de en medio porque había sido culpa suya, en fin…Todos buscando a Tono y él  está en este mundo de chiripa porque lo que hizo fue ir con la bicicleta por las vías del tren, si pasa en ese tiempo un tren allí lo mata, Un señor que conocía a mis padres lo vio desde la ventana cuando Tono aparco su bicicleta en la estación para hacer sus necesidades. Tremendo susto para no olvidar. Cuando hizo esa escapada era pequeño.

Sexta escapada:

Esta escapada fue cuando iba al Centro La Unión en Salinas (Avilés) Aquí ya era más mayor.¿ Resulta que si mal no recuerdo llegaba sobre las cinco a casa, se iba por la mañana y hasta esa hora no regresaba. 
Ese día cuando se bajó del autobús que lo traía, en vez de venir directo para casa lo que hizo fue volver a Avilés caminando. Nosotros al ver que no llegaba comenzamos de nuevo la movilización, llamada a la policía local, estos conectaron con la policía de  Avilés para darle los datos de Tono, la ropa que llevaba etc. Mientras su padre y yo, más los vecinos buscábamos por todos los sitios, ¡una locura!

De nuevo volví para casa para estar atenta al teléfono fijo por si alguien nos llamaba.
Y creo que pasaron como unas tres horas cuando sonó el teléfono y me dicen que Tono está en la Cafetería Granada, justo debajo de nuestra casa:
-Geli, soy Lola, Tono está aquí tomando una Coca-Cola      
Yo, pero ¿desde cuando está ahí? 
-Llego no hace mucho
Bajo a buscarlo y estaba tan pichi tomando su Coca-Cola que le había invitado Eladio, (el farmacéutico).
Después me dio todas las explicaciones:  

-Cuando me baje del autobús fui caminando hasta Avilés y fui a invitar a las chicas de Interfilm (casa de fotos donde su padre llevaba a relevar las fotos)  Las invito pero me dijeron que estaban trabajando y que no podían (a ellas no se les ocurrió llamarnos para avisarnos)
Y le pregunto ¿qué hiciste después?
-Nada, fui a una cafetería a tomar algo (él no llevaba dinero, no lo maneja)
Madre mía Tono pero si no llevas dinero no se puede..
-Bueno el señor se enfadó cuando vio que me marchaba y me dijo, oye ¿qué es que no pagas?
-Pues no
- El señor me dijo…¡mecagon....(omito la terminación) te voy a dar una hostia que te voy a partir la cara!
-Salí de la cafetería y me fui a dar una vuelta por el Parque del Muelle
Y, ¿qué viniste andando para casa?
-No, cogí el autobús 
¿Cuál?
-El de la Luz porque el de los Campos tarda más
Y el conductor no te dijo nada
-No me dijo nada pero quedo alucinando!! 

Como para no alucinar, se sube al autobús, no paga y para encima se sienta jajajaja, menudo perla

Séptima escapada: 

Hacemos obras en casa para cambiar todas las ventanas, vinieron los obreros temprano y comenzaron a trabajar, (él los ruidos y la casa desordenada no lo soporta) Se fue para CAI pero cuando volvió para casa a eso de las cinco, cuando vio que la obra seguía, ni llamó al timbre, se largó y fue caminado hasta Molleda, una vez allí según sus propias palabras se despistó y un chico que lo vio le dijo, ¿a donde vas? 
-Pues no sé porque  me he despistado 

El chico lo llevo para su casa y le dijo a su madre que llamara a la policía. Mientras tanto Tono le dijo a la señora que si le daba de merendar un bocata de chorizo y una Coca-Cola.
Cuando llegó la policía lo metieron en el coche y lo trajeron para casa. Nosotros con el corazón en un puño y él tan pichi con su bocata y su bote de Coca-Cola.
Esta última escapada  (espero que sea la última) fue hace cosa de ocho años.

Toda una vida, llena de dificultades, luchas… pero también muchas alegrías y algún susto que otro.
Él cuándo me veía llorar por los nervios pasados durante sus fugas, me decía siempre –Mamá no quiero que llores, no lo vuelvo hacer más.  
Se me parte el alma cuando me lo dice, porque él no tiene culpa de nada. 
Tono es el mejor regalo que nos ha hecho la vida a su padre y a mí. Es lo que más queremos en este mundo, lo que ocurre es que el tiempo se nos agota y eso nos va matando silenciosamente a los dos. Tendríamos que ser eternos para estar siempre a su lado.

Geli y Tono