Con los platos venezolanos...

La CACHAPA, me seduce, por el color que provoca. ¡El placer que ella produce, hasta el cielo me conduce, por el túnel de la boca!

Platos de Venezuela.

¡Pon la mesa, Robustiana,

que traigo un hambre muy densa.

¡Quiero que tengas, paisana,

comida venezolana,

en tu flamante despensa!

 

Porque soy...medio cateto,

este menú, te propongo:

Como principio obsoleto,

lléname un plato completo,

del más sabroso MONDONGO!

 

¡Sublime extracto de panza,

de sabor extraordinario,

que,  pasa por la garganta,

como una mano de santa

en el Arte Culinario!

 

Para abrir el apetito,

con tripa, debo empezar

que ya, el sombrero me quito,

ante ese hervido exquisito

que, nadie puede imitar!

 

Con dos litros de natillas,

y...cinco AREPAS PILADAS;

me pondrás EMPANADILLAS

que, me tiemblan las rodillas,

pensando en YUCAS guisadas.

 

El PABELLÓN, ¡por favor!,

con muchas CARAOTAS negras.

Lo más blanco del arroz,

TAJADAS de la mejor

y... carne, ¡de la que tengas!

 

Para el acompañamiento,

ponme, cerveza del OSO,

pues, tengo el presentimiento, de que ha llegado el momento,

de abandonar mí  reposo.

 

También me gustaría,

un BATIDO DE LECHOSA.

¡Ni en la mejor dulcería,

en la vida encontraría,

bebida más deliciosa!

 

No olvidemos la PATILLA,

ni el verde coco tan fresco.

¡Si te queda ensaladilla,

regálame una escudilla

que, mucho, te lo agradezco!

 

GUASACACA de aguacate,

para mojar en familia

que, a mí, la salsa de tomate,

o, churros con chocolate,

no me quitan la bulimia.

 

La CACHAPA, me seduce,

por el color que provoca.

¡El placer que ella produce,

hasta el cielo me conduce,

por el túnel de la boca!

 

Pon plátanos en platina,

con cuajada fresca y suave

que, en el horno se cocina,

para ser la medicina,

de cualquier enfermo grave.

 

Un buen filete de pargo,

que tenga triple ración

y, del postre, yo me encargo:

¡Meladas pipas de mango,

con los DATOS de  Falcón!

 

¡No quiero “perros calientes”,

ni hamburguesas de suspiros

que, los usos de otras gentes,

me dejan puesto los dientes,

duplicando a los vampiros!

 

 

Nada de las famosas fabadas,

ni de...”froigases”, de cerdos o patos

que, las comidas, ya,  calculadas,

suelen venir todas enlatadas,

para algunos caninos y gatos!

 

¡Pasapalos de quimera,

de mi República hermana!

¡Hoy, levanto loa bandera,

por la única y verdadera,

cocina venezolana!

 

Todos los platos son buenos,

en este mundo bendito,

pero, sigan el consejo:

SI QUIEREN LLEGAR A VIEJOS,

¡NO COPIEN DE MI APETITO!

 

Como el final no lo se

pido sincero perdón.

¡Muchas gracias, Don José,

que, aquí concluye el imperio,

de este  isleño comelón!