Evaluación de la producción cultural

Se indica como axioma o tesis, el principio, “que si una obra, sobre una determinada especialidad, especialmente, artística o humanística o filosófica, a una edad del autor no es conocida o no es reconocida o no es valorada, posiblemente no tiene valor suficiente, y posible y probablemente, no será reconocida como una obra, en su especialidad, no será evaluada como excelente nunca.

 A esto hay que indicar, que hasta ahora, es cierto que así ha sucedido, casi siempre, porque la obra o actividad cultural, sea artística, humanística, literaria, filosófica que a determinada edad del autor, no se aprecia, pues después tampoco se hace, porque entre otros motivos, no entra en los circuitos culturales, académicos, industria cultural y, por consecuencia termina por perderse varias generaciones después o varias décadas después o en casi la misma época del autor...

También, si esa obra y ese autor, no es reconocido, por lo general, el mismo autor, en la mitad de su trabajo intelectual, o deja de realizar o de continuar construyendo una obra de investigación o creación, o no tiene los medios suficientes, medios y tiempo, para poder continuar con un cierto grado de esfuerzo suficiente, etc.

Tampoco podemos olvidar que el mismo Quijote, fue reconocido al principio por el pueblo, como una obra predominantemente humorística, y después, varias generaciones después, como una obra genial o excelente, con múltiples registros. La obra de Shakespeare, aunque de gran éxito comercial, hasta donde sabemos, si es que es cierto, fue tomada como una obra más, de mayor éxito comercial o de público, que el resto, a lo sumo, pero si no se hubiese realizado su primera edición por sus amigos, posiblemente, se habría perdido, y no habría tenido el tiempo suficiente, generaciones después para añadirle valoraciones de genialidad, y de contenido como efectivamente así se juzga desde hace varios siglos.

Ahora, ya disponemos de los medios tecnológicos de conservación de la información y de la cultura, que en teoría es factible y fácil y posible y evidente, por lo cual, quizás cientos de miles de obras, aunque sea a niveles de documentación y conservación gráfica o en internet o en ordenador podría conservarse, de cientos de miles de obras y de docenas de miles de autores, en todas las disciplinas, y que por consecuencia, si se conservan para generaciones futuras, quizás, en un futuro, éstas se puedan analizar-ver-integrar-comprender con otras variables o ponderaciones, o dicho de otra manera, se puedan valorar con otros criterios, y lo que ahora, no tiene demasiado valor, dentro de cien años si lo tuviese, y viceversa.

Por otro lado, en una enorme cantidad de material conceptual y creativo y de investigación en todas las ramas del saber y de la cultura, mucho publicado, pero otro mucho, casi dejado en los cajones, en tanta producción es fácil, que algo de valor pase inadvertido, igual que en cien toneladas de cereales, pueda fácilmente perderse diez granos de platino o de oro o de plata.

Siempre evidentemente que se conserven, cientos de miles de obras, de cada especialidad, y siempre que dentro de unas generaciones existan especialistas e investigadores, con paciencia, examinen y evalúen y reevalúen no solo las obras, que se consideran grandes y excelsas de un siglo antes, sino todas aquellas, que han pasado como de quinta o décima categoría.

Porque es fácil, si hoy se conservase suficiente poesía y poetas femeninos de la generación del noventa y ocho o del veintisiete, quizás, algunas de ellas, podrían entrar en la misma categoría que los hombres de su misma generación. Pero cómo apenas se conserva nada o casi nada, pues solo, en el mejor de los casos, solo queda un nombre, y una obra muy limitada, porque la mayor parte se ha destruido…

Al final solo se puede reevaluar en el futuro, lo que se conserva del pasado, y si en el presente de su pasado, no se conserva apenas nada, o solo se conserva de algunas personas y algunas obras, pues solo se puede reexaminar lo que se ha conservado… O dicho de otro modo, si en el siglo veinte en tal territorio equis, han existido mil poetas, pero en ese momento solo se valora las obras de cien de esos mil, un siglo después o dos siglos después, aunque se quiera reevaluar ese pasado de hace dos siglos, solo se encontraran obras de esos cien autores, y no de esos mil, porque el resto se habrán ido perdiendo y destruyendo… Lo cual nos lleva a pensar, que de forma consciente o inconsciente, debido a multitud de factores, algunos materiales o industriales, otros debido, a censura consciente o inconsciente, desde el momento presente se hace una selección, clara y evidente, de autores y de obras, en cada especialidad y en cada saber.

Ahora con los sistemas informáticos tenemos la posibilidad, de conservar, si no todo, casi todo, en casi todos los saberes, porque la conservación es casi ilimitada, y con un coste mínimo. Pero incluso ahora, sigue existiendo la criba, de mil modos y maneras.

Incluso sin negar, que la mayor parte de la producción, en cualquier actividad artística o cultural o filosófica o científica, incluso sin negar que casi todo sea mediocre, tampoco podemos negar, que entre mil autores o diez mil autores, de una actividad, de un saber o de un arte, de un siglo, entre mil autores o diez mil autores, sea olvidado o se pierda un autor o una obra de un autor que es excelente, que quizás, se salga de los cauces-cánones-criterios de su época o de su tiempo, y que no puede ser reconocida lo suficiente, por su innovación, pero que si se conservase, quizás dos siglos después, sería valorada de otra manera y de otra forma, entre otras razones, porque quizás dentro de dos siglos, existen otras metodologías, otros valores, etc.

¿Es imposible que un autor o un conjunto de obras de un autor o una obra de un autor, un autor entre diez mil, no pase desapercibido en la enorme cantidad de producción cultural existente, en todos y cada uno de los campos de la creación y de la investigación humana…?

Al final, examinen ustedes los autores y las obras de cualquier ideología del pasado, los que son considerados herejes, sean con carácter secular o no secular, de esos autores, apenas se conservan obras, y quizás, algunos de ellos escribieron varias docenas, e incluso, de algunos solo se conserva el nombre y alguna obra…

¿De mil años de literatura y filosofía y humanidades grecorromanas, cuántas obras completas se conservan, cuántos nombres de referencia existen…? ¿O dicho de otro modo, es obvio que se han debido perder el noventa por ciento de todo lo producido, y posiblemente, solo conozcamos de nombre, el diez o veinte por ciento, si es que llega, de los autores, que fueron estimados como excelentes en esos siglos, y posiblemente de otros menos excelentes, de segunda o quinta categoría, se han perdido, sus obras, y sus nombres en su inmensa mayoría…?