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sábado, 27 de abril de 2024 00:01h.

¿A quien votar? (Por Moisés González Miranda)

moises gonzalez miranda opinión
Recientemente he tenido una conversación con un amigo que,  por su profesión, lleva años teniendo relación con los políticos del municipio, y me decía que nunca había tenido una sensación tan acusada de no saber a quién votar porque no se ve representado por ninguna de las candidaturas. 

 Entonces me vino a la mente la historia de un antiguo sabio griego que se dedicaba a la agricultura, y a quien fueron a buscar porque se vivía una situación caótica en la polis. El sabio aceptó el reto, tomó el poder político y, cuando logró devolver el orden y la prosperidad, regresó, con toda la humildad, a cultivar sus campos. Con los años hemos degradado el concepto.

A la política actual, difícilmente se acercan las personas sabias que han demostrado capacidad y gestión en su desempeño profesional, porque los partidos se han convertido en instituciones para salvaguardar los intereses particulares de la afiliación.

Fundamentalmente, llegan a los puestos orgánicos y a los cargos, dos tipos de individuos, ambos, productos de partido. A los primeros podríamos llamarlos "purasangres". Llegaron al partido desde la adolescencia integrando las juventudes y se han acercado a un mentor que los ha asesorado en las claves de la vida orgánica: a quién agradar, en qué sitio figurar o   en qué foto salir... y sin haber pasado nunca por la experiencia laboral de jornadas inacabables, sueldos de miseria y jefes avasalladores, van ascendiendo de cargo en cargo en la burbuja del partido, que no permite sentir el frío de la realidad social que dicen querer cambiar. 

Los otros son, permítanme seguir con la analogía, "vampiros de segunda generación". Se han acercado, a los purasangres intentando ser convertidos a los privilegios de la política. Les llevan el bolso o el maletín, le sacan brillo a la su vanidad, y a cambio, son colocados en los chiringuitos de los partidos, como asesores de "vete tú a saber", y se impregnan de los argumentarios hasta adquirir discursos de copia y pega que sirven para todo.

Cito una canción de Serrat:"propiciar un diálogo de franca distensión,que les permita hallar un marco previo, que garantice unas premisas mínimas,que faciliten crear los resortes que impulsen un punto de partida sólido y capaz".

Impulsados por la línea oficialista del partido, y su capacidad de propaganda y fomento, se van construyendo desde dentro, productos manufacturados, expertos en redes y postureos, e incapaces de una gestión creativa y eficaz. Esa que caracteriza a los sabios que han demostrado su capacidad en la selva de la vida real y que no se acercan a la política porque no están dispuestos a pelear con un "vampiro" para alcanzar un cargo. Cuando estás prácticas se extienden el tiempo termina uno teniendo una conversación casual con un amigo, en la que ninguno de los dos sabemos a quién votar en las próximas elecciones.